Revista Talentos
«Yo tenía una casa...». Se detiene y deja de hablar. «¿Y cómo era, abuelo?». Por más que insiste la nieta, no responde. No continúa la frase. Marta, tumbada en la alfombra, juega con sus muñecos. No entiende por qué. Lo escucha como si fuera el estribillo de una canción infantil