Revista Literatura

El karma o cómo calentarse la cabeza.

Publicado el 27 octubre 2014 por Ars
El karma o cómo calentarse la cabeza. Me preguntaba esta mañana una persona, muy cercana a mí, si creo en el karma y tuve un retardo significativo al contestar. 
Durante el resto del día he estado pensando en ello y es que la cuestión tiene mucha más miga de la que podría parecer en un principio.
En primer lugar busquemos el significado de la palabra, según la RAE:
karma. (Del sánscr. karma 'hecho, acción'). 1. m. En algunas religiones de la India, energía derivada de los actos que condiciona cada una de las sucesivas reencarnaciones, hasta que se alcanza la perfección. 2. m. En otras creencias, fuerza espiritual. La primera acepción es la que todos conocemos y sobre la que esta persona que os he comentado me preguntaba. ¿Y qué es lo que me hace dudar a la hora de responder algo que requiere una respuesta tan simple como "sí" o "no". Algo me decía que no era tan sencillo.
Vayamos paso a paso.
Para creer en el Karma debo creer en la reencarnación. Es imprescindible. Y, además, también debo creer que, aunque no recuerde que he tenido otras vidas y no sea consciente de los pecados que cometí en ellas, debo pagar por ellos.
Y aquí nace mi primer rechazo. ¿Para qué sirve un castigo si no sé qué lo ha causado? En esta vida ese castigo me resultaría del todo injusto y, por lo tanto, no tendría ningún provecho en mi supuesto "crecimiento" para alcanzar la perfección. 
Si todo es una cuestión de causa/efecto (tú haces daño a alguien en otra vida y alguien te hace daño a ti en esta), pero nunca eres consciente de ello ¿qué incidencia tendrá este hecho sobre nuestra superación personal? 
Según esta teoría hay quién piensa que si haces algo bueno, el Universo te devolverá una acción con igual resultado. Muy bonito todo. Pero ¿qué pasa si le damos la vuelta a esa teoría? ¿Eso significa que cuando a alguien le pasa algo malo es porque lo merece? 
Una persona de mi círculo está convencida de que el cáncer lo produce, en parte, la mala conciencia. ¿Os dais cuenta de lo perversa que es esa idea? Porque con esta teoría justifica el dolor de muchas personas que no han hecho daño a nadie. 
Otra pregunta: ¿Uno es aquello que los demás recuerdan que es? Os pongo un ejemplo. Un asesino nazi que ha matado a cientos de personas tiene un accidente, se golpea en la cabeza y olvida todo lo que ha sido su vida hasta ese día. Además, el golpe provoca otro cambio en él: ahora es una excelentísima persona, incapaz de hacer daño a nadie. ¿Si le metemos en la cárcel de por vida avanzará hacia la perfección?
Llegado a este punto ya tenía bastante claro que lo del karma no me convence nada. 
Entonces, ¿por qué he seguido dándole vueltas? Vale, porque soy escritora y le doy vueltas a todo, pero aparte de eso...
¿Os acordáis de aquello de que La energía/materia ni se crea ni se destruye, solo se trasforma? (¡Ah, qué buenas discusiones tuvimos sobre ese tema! Perdón, que me disperso.)
Según ese enunciado siempre hemos estado aquí y siempre estaremos. Físicamente formamos parte de un todo inamovible.
¿Y si un día la ciencia es capaz de demostrar que tenemos memoria genética? ¿Y si llegamos a "recordar" qué o quién fuimos en otras épocas anteriores? ¿Tendría entonces sentido el karma? ¿Nos serviría para crecer y llegar a la perfección?
En fin, tantos días con CreateSpace tenían que tener sus consecuencias.

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