Revista Talentos
Dicen que las aguas anegaron todo. Que en aquella fría madrugada la riada se llevó por delante casas, bestias y hombres. Dicen que nuestros cuerpos sin vida reposan en el fondo del manso lago. Se equivocan. Aún vivimos. ¿Quién, si no, hace tañer las campanas las noches de San Juan?