El libro

Ha comenzado mayo y he terminado la relectura por tercera vez del manual teórico sobre redes sociales, libro que he combinado con una nueva versión del archifamoso y reeditado texto “El monje que vendió su Ferrari”, que sigue vendiéndose con facilidad.El nuevo epitome se llama “Dios Vuelve en una Harley “, una nueva versión de un mismo tema, una mujer en crisis que un día se encuentra con dios que se ha modernizado y lleva cazadora de cuero y una Haley, pero la temática no deja de ser la de un texto que dice hay que intentar acercarse a dios y sobre todo creer en uno mismo y confiar en la capacidad de superación.No deja de recordarme a esos manuales de autoayuda tan vendidos en norte América, entre la gente aprovechando momentos de zozobra y crisis como los actuales.A mí el texto no ha podido caerme en un momento más idóneo ,cuando trato de rehacer mi vida sentimental después de mi último revés, quizás el menos doloroso de todos ,los problemas de salud tampoco me ayudan a ver las cosas con claridad y mucho menos la cuestión laboral que me ha golpeado duramente para mal.La única conclusión que extraigo de la lectura de dicho escrito es que uno ha de confiar en sí mismo, cuestión que no siempre es sencilla, ni fácil, vivir el presente que tampoco es un tema baladí, sobre todo cuando este no es fácil de digerir.Una cosa es la teoría y otra la práctica, quizás sea el momento idóneo para replantearme algunos pensamientos que dan vueltas por mi mente que no creo que estén por mucho tiempo más en mi cabeza.Me ha agradado el tema por la empatía con el personaje que la he tenido desde la primera pagina, no por el físico, quizás porque he estado alejado de dios por una temporada, y muy centrado en mi ámbito laboral durante demasiado tiempo de forma obsesiva en búsqueda de un triunfo que no ha llegado aun y va para largo.Una de las cosas del libro que me han hecho pensar es que no hay que obsesionarse ,ni con las cosas ,ya sean aspiraciones profesionales ,personales o cuestiones amorosas ,que no siempre pueden ser como nos venden las películas románticas.El escrito ha hecho tambalearse algunos de mis esquemas, pues mi obsesión desde hace tiempo, era triunfar profesionalmente, la idea de que el postgrado en radio me abriría multitud de puertas, pero la crisis económica me ha demostrado que no siempre es así que esto es más una carrera de fondo donde hay que ser paciente, cosa que en el caso de una persona nerviosa, no es sencillo.Tampoco es idóneo buscar la aprobación constante del mundo, no se puede caer bien a todo el universo, cosa que he intentado desde bien jovencito y cuyos resultados no comentare…Me he equivocado no todo es una única cosa en la vida ,cierto es que mi terquedad me ayuda a no desistir pero no quiero parecerme a la protagonista del libro que un día se levanta y se da cuenta que solo tiene pasado…Y que su trabajo no le llena.Creo haber entendido la idea del libro vivir no solo para trabajar, también hay que sentirse en paz con uno mismo cosa en la que si me he sentido identificado pues no vivido unos tiempos precisamente fáciles, hay que pensar mucho para tener una vida ordenada y no solo a nivel de horarios como es mi caso.Me pasa como a la protagonista del cuento, no he hecho las paces con mi sistema nervioso, entendí que el autor del relato quiere transmitir que la calma ayuda a no caer en crisis existenciales, que los nervios son buenos para estar en guardia en el trabajo y luchar por él, pero nada más, además hacen engordar...Según el autor estar en paz con uno mismo es acercarse a dios, así que tengo que recuperar la calma.En resumen la aceptación es el centro de equilibrio para ver las cosas con claridad, no se puede decir que haya desaprovechado la lectura.Tengo que reflexionar...