El presidente de EEUU, Barack Obama - el hombre más poderoso del planeta, como lo define la media - envió a John Kerry a comprar una calling-card y llamó por teléfono al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Como primera petición, Obama instó a Netanyahu a 'hablar rápido y al grano' porque la tarjeta era solamente de 5 dólares, 'en ese momento no tenía más sencillo', explicó después el presidente a la prensa.
'Por favor, Bibi', dijo Obama, 'por esa cálida amistad que jamás hemos tenido, te pido, porfa, así a lo compadre, que hagas un alto al fuego, incluso puedes llamarle humanitario, de inmediato, a largo plazo y sin condiciones. Porfa, Bibi!'
Un presente afirma que al otro extremo de la línea se podía escuchar gente aguantando la risa. Después de unos 'shhh, shhh!', Netanyahu preguntó, '¿Pero, por qué? Ellos siguen disparando, no aceptan ceses al fuego...'
'Sí, ya se', habría respondido Obama, 'llamé primero a Gaza - ahí me gasté otra tarjeta de 5 dólares. Se me fue casi entera esperando. Me respondieron que qué pasaba con las armas químicas en Siria, con la bomba nuclear de Irán, con el ISIS agarrándose Irak entero, con el Talibán matando gente en Afganistán, con Rusia invadiendo Ucrania... - si ya nadie le da bola a los EEUU, por qué ellos!?'
'Y?'
'Y me cortaron, Bibi. Mira, yo se que nunca te he caído muy en gracia que digamos, pero rájate con esta paleteada'
'Es la última, Barack, es la última. Y después derechito a ver el asunto de Irán!'
'Cresta, bueno, gracias Bibi, te la debo, tengo que dejarte, está empezando la teleserie...'
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