Revista Literatura

EL PRESAGIO DE HORUS de Beatriz G. López

Publicado el 20 febrero 2017 por Anuca @ideaspalabras
EL PRESAGIO DE HORUS de Beatriz G. López¡Hola tejedores!
Hace muy poquito descubrí, gracias al blog de La Reina Lectora, un título que me llamó muchísimo la atención. Su portada, sus sinopsis... no podían resultarme más atractivos. Así que me animé a unirme al booktour que estaba a punto de comenzar y así poder enseñaros esta novela que tanto me había llamado la atención.
EL PRESAGIO DE HORUS de Beatriz G. López
Como pequeña aportación a este booktour, me sedujo muchísimo la idea de compartir con vosotros uno de los relatos que la autora tiene publicados en su blog y así disfrutar de una muestra de lo que esta aguja es capaz de bordar. Os dejo el que más me ha gustado a mí pero sois libres de trastear por su rincón y echarle un ojo a sus tejidos.
El vaho se escapa de entre mis labios fríos en forma de nube. Se suspende en el aire durante unos segundos, blanquecino como el cielo. El termómetro marca el cero. Una pequeña alfombra de gravilla clara conforma la antesala. Cruje bajo mis botas. Ese ruido, ínfimo, asciende hacia mí como un sacrilegio. Casi puedo vislumbrar las ondas rasgando el aire. Camino apenas sin apoyar los pies, como si así pudiera controlar el peso que dejo caer sobre el terreno.
la-voz-del-bosqueA los pocos metros se abre ante mí un arco de ramas entrelazadas como amantes perennes. Hojas imperecederas de aguja bañadas del verde limpio de contaminación. Ramas durmientes, demasiado jóvenes como para haber presenciado los albores de nuestra Era pero a la vez demasiado viejas: han visto mucho. Me dan la bienvenida al viaje en el tiempo.
Traspaso el umbral. El suelo se transforma en un tapiz mullido, mis pasos ya pueden camuflar mi presencia. El telar pardo que recubre el bosque recoge un entramado de vegetación durmiente, troncos derrotados, piñas inquietas, ramas viajeras y musgo reparador. Un colchón esponjoso tejido por el implacable transcurrir de los años.
Silencio. Muchos lo definen como la ausencia de sonido. No este silencio. La vasta hermandad de árboles guarda un silencio que nunca antes he experimentado. Es la Voz del bosque. Un susurro vetado para el resto del mundo. Pero aquí está, inundando mis células. Abrumador. No escucho nada y a la vez puedo oírlo todo. Puedo oír el presente, pero también el pasado. La Historia me habla.
Apoyo la mano derecha en la corteza del tronco más cercano. Aquí los árboles son tan altos como gigantes míticos. Te recuerdan lo pequeño que eres. Te recuerdan que existen desde mucho antes de tu nacimiento. Desde mucho antes de las bombas que destruyeron a decenas de sus compañeros. Las mismas que ennegrecieron los corazones humanos. La rugosidad del cuerpo del coloso bajo las yemas de mis dedos me transmite lo que tanto tiempo yació dormido. Mi interior despierta. El frío cae sobre nosotros y sin embargo mi ánima se ve envuelta en un cálido abrazo.
Cierro los ojos. Cuando los abro les veo. No están allí pero les veo. Gente de otro tiempo sacrificando su juventud, sus cuerpos y sus mentes en favor de nuestro presente. Sacrificando sus vidas. A lo lejos, las oquedades afligidas mantienen llameantes los recuerdos de la desolación. Las memorias de una existencia que, desde entonces, crece en forma de vida salvaje. La muerte llama a la vida y en vida se convierte. Los espíritus etéreos se camuflan entre los árboles, ahora son parte de ellos. Y de las hojas. Y de las ramas. Del bosque.
Suaves corrientes de aire se cuelan por mi nariz, fría por la baja temperatura. El aroma de la naturaleza embriaga mi imaginación. Me regala momentos que jamás he vivido y que ahora ya forman parte de mí, guardándose en el cofre de mis recuerdos. Ahí se acomodan, grabando hondo en sus paredes con el vigor de una impronta atemporal.
Silencio. La Voz de la espesura mantiene su murmullo. Me insta a que no le abandone, a que me quede en este paraje donde las manecillas del reloj se detuvieron en algún lugar de la cronología.
No me voy.
Una parte de mi alma se queda aquí para siempre.
Una parte del bosque me acompañará durante el resto de mi vida.

Beatriz G. LópezMás relatos AQUÍ
Os dejo los enlaces a través de los cuales podéis encontrar a la autora:Twitter (aquí)Facebook (aquí)Web (aquí)

EL PRESAGIO DE HORUS de Beatriz G. López
 Y el calendario de publicaciones de este booktour por si os interesa indagar más a fondo en El Presagio de Horus:
15 de febrero: Epilogue of words.16 de febrero:17 de febrero: Chispiletras.18 de febrero: The Lines Blood.19 de febrero: Crucero Místico y Literario.20 de febrero: Tejiendo Ideas, Cosiendo Palabras.21 de febrero:22 de febrero: La Obsesión de Naya.23 de febrero: Misterios de Escritora.24 de febrero: La Estantería de Alice.25 de febrero:26 de febrero: Historias Encontradas.27 de febrero: Mi Dulce Estantería.28 de febrero: El Frikimundo de Carly.1 de marzo: Libros que Amar.2 de marzo: 3 de marzo: 4 de marzo:5 de marzo: Pájaras lectoras.6 de marzo: Iceberg de Papel.7 de marzo: Los Libros de P.8 de marzo: Amor y Palabras.9 de marzo: Claudia. 10 de marzo: Una Lectora en Praga.11 de marzo: Reina Lectora.12 de marzo: Una Lectora Dispersa.13 de marzo: Baker Street.14 de marzo: Corazones entre líneas.15 de marzo: Los Dragones también leen.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas