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El primer chocolate de Europa

Publicado el 30 abril 2012 por Lachocolateria @chocomagazine

El primer acercamiento de los europeos al cacao está documentado en la biografía Historia del Almirante escrita por Hernando Colón, hijo de Cristobal Colón y que relata como en el IV viaje del descubrimiento (1502-1504) siguiendo la ruta de las especias que había realizado anteriormente Marco Polo observó atónito cómo unos comerciantes mayas se desvivían por recoger unas almendras que se les habían caído en la nave donde él viajaba junto a su padre y toda la tripulación:

Las que pareció que estimaban mucho, porque cuando fueron puestas en la nave las cosas que traían, noté que, cayéndose algunas de esas almendras, procuraban todos cogerlas, como si se les hubiera caído un ojo.

Se cree que pudo ser el 13 de agosto de 1502 y el lugar la Isla de Guanaja (actualmente la Isla de los Pinos en Honduras).

Pero no fue hasta 1519 con la llegada de Hernán Cortés a México cuando los botánicos que le acompañaban se interesaron por un fruto que bautizaron con el nombre de «amígdala (almendra) pecuniaria», puesto que las semillas eran empleadas por los aztecas como moneda de cambio. Moctezuma ofreció en vaso de oro a los visitantes una bebida tonificante y energética considerada sagrada para los aztecas: el chocolate, compuesto por una mezcla de cacao, maíz molido, pimienta, especias variadas y afrodisíacos naturales. El mismo Cortés refiere en una de sus cartas al emperador Carlos V:

Una sola taza de esta bebida fortalece tanto al soldado que puede caminar todo el día sin necesidad de tomar ningún otro alimento.

Y en 1520 escribe:

Es una fruta como almendras, que ellos venden molida, y tienen en tanto que se trata por moneda en toda la tierra y con ella se compran todas las cosas necesarias en los mercados y otras partes.

En el año 1534 Fray Jerónimo de Aguilar, un monje del Císter que acompañó a Hernán Cortés a México, envió a España el primer cacao y la receta del chocolate al abad del Monasterio de Piedra, D. Antonio de Álvaro.

Elaborando chocolate. Mural en el Monasterio de Piedra

Elaborando chocolate. Mural en el Monasterio de Piedra

El chocolate en el Monasterio de Piedra

El Monasterio cisterciense del río Piedra fue el primer lugar donde aparece documentada la elaboración del chocolate en Europa.

Elaborando chocolate. Mural en el Monasterio de Piedra (detalle)

Con el paso del tiempo la receta se extendió por todos los monasterios cistercienses de Europa, en algunos existe una pequeña estancia sobre los claustros llamada la chocolatería, dónde los monjes cocinaban y degustaban el chocolate.

Elaborando chocolate. Mural en el Monasterio de Piedra (detalle)

Para conseguir esta preciada bebida se tostaba el fruto y se molía. A la masa pastosa se le añadía agua, se calentaba la mezcla y se retiraba la manteca de cacao, que posteriormente se batía y se mezclaba con harina de maíz para espesarla. El fuerte sabor lo ponían especias como la pimienta.

Naturalmente este chocolate era mucho más amargo que el que conocemos en la actualidadEl Monasterio de Piedra se puede visitar y se puede ver el techo de la cocina de color negro donde se preparó por primera vez el chocolate.

El chocolate llega a Europa y Estados Unidos

Sin embargo, hubo que esperar casi un siglo hasta que, para adaptarlo al paladar europeo, se empezase a endulzar con miel y, un poco más tarde, con azúcar, dando origen a un chocolate de sabor parecido al actual. El chocolate alcanzó una gran popularidad gracias a que la Iglesia consideró que su consumo no rompía el ayuno y a su adaptación como bebida oficial de los reyes llegando a ser la bebida oficial de las cortes europeas para todas las recepciones oficiales y empezando a crecer las rutas comerciales del chocolate entre América y Europa.

A través de los españoles llegó el chocolate a Italia en 1606, en 1615 a Francia cuyos ciudadanos acostumbraban a tomar el chocolate líguido a diferencia del español que se tomaba espeso, en 1646 llega a Alemania considerándose una medicina que solo se vendía en las droguerías y farmacias, en 1657 empieza a extenderse por Inglaterra donde se sustituye el agua por la leche.

En el siglo XVIII el chocolate ya se prepara con leche y azúcar y se consume por toda Europa llegando incluso hasta instalarse la primera fábrica estadounidense en 1765.

En los inicios del siglo XIX se abrieron salones en las principales ciudades europeas y beber chocolate se convirtió en un signo de distinción y elegancia. A lo largo del siglo se perfeccionará su fabricación tal y como lo conocemos hoy en día y se empieza a moldear en forma de tabletas llegando el interés hasta la gente común.


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