Revista Literatura

El saco

Publicado el 26 junio 2015 por Alsegar

SI QUIERES PUEDES ESCUCHAR LA CANCIÓN MIENTRAS LEES
EL SACO.
Siempre tuve la sensación
de que se quedaban cortas,
deslucidas, grises y mustias
aquellas palabras
que hace unos años
buscaba para demostrarte mi amor.
Rastreé entre poetas y versados
en busca de una solución
a mi escasa sabiduría,
hasta conseguir reunir
una considerable cantidad de vocablos,
términos y expresiones
que fuesen fiel reflejo de mi cariño.
Las metí en un imaginario saco;
un saco que decidí remolcar
por el camino de nuestra eterna relación.
Pero el saco sufrió los avatares
de todo lo inmaterial.
Por sus descosidos
perdí la mayoría de mi repertorio.
Me asusté
cuando fui consciente
de lo vacío que estaba.
Mi particular diccionario de galanterías,
de armoniosos cortejos,
de exaltación del amor,
reducido a unos pocos caracteres,
vulgares, ramplones, mediocres,
amontonados en el fondo del saco como residuos,
o como manoseadas baratijas
que ni el olvido quiere llevarse.
Empeñado en devolverle
el esplendor perdido,
he buscado
hasta encontrarlo y zurcirlo
el temido descosido
por el que mi imaginario saco
ha ido dilapidando
todos estos años
su valioso contenido.
Remendado el roto con esmero
tan solo se trata de volver atrás;
reanudar mis pasos sobre el camino
de las palabras perdidas
y recuperarlas, una a una,
rebuscando por márgenes y riberas,
por entre la maleza
y hasta bajo las piedras,
para devolverlas al lugar
que nunca debieron abandonar:
ese saco que una vez rellenado
llevaré en mi corazón,
para asegurarme
que vuelva a formar parte
de mi particular diccionario.
Al Segar.

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