El Tiempo en las piedras...

Castillo de San Cristóbal. Collage A3.Oquedades.

El aire, la luz y los sonidos quedaron cortados en dos por los vanos… Los cuerpos habitaron sitios opuestos con una frontera común de espacios vacíos…

La puerta.
Me satisface que exista una puerta en ese muro que pasa frente a mí deslizándose en ambos sentidos sobre el plano que lo sustenta en el espacio hasta quién sabe dónde… Tiene su gemelo a mis espaldas, juntos han creado una suerte de volumen para lo cual no requieren del piso o techo que no pueden avanzar hasta tocarse como ellos…: el techo se sustenta en sus coronas, el piso está bajo sus plantas, necesitan de los muros para ser lo que son… Yo también, en cierto sentido, necesito de los muros, para conocer dónde estoy…: "Aquí"… Si la puerta no hubiese interrumpido la masa del muro para que este espacio se derramara, expandiéndose a través de ella, entonces tendría una conciencia muy vaga y de ninguna manera referida a un "Allá"… No puedo, sin embargo, aventurar un concepto definitivo, a pesar de esta puerta, como: "Allá afuera" porque aún no he avanzado hacia ese espacio contiguo que desconozco y que, en definitiva, puede resultar: "Adentro" o "Más adentro"… Pero es satisfactorio, repito, poder contar con "una Salida", y no sentirse contenido para siempre en un volumen que, sospecho, tiende a reducirse cada vez más, barrido por estos muros que seguramente se acercan entre sí de una forma imperceptible pero constante, haciendo que junto a la evidencia de estrechamiento llegue el hábito de "Estar",  no importa dónde con tal de continuar Autoconsciente… (Short Story: “Oquedades” (fragmento) del  Cuaderno de Cuentos: "Las Sombras Susurrantes"; del Libro, aún inédito: "La Noche de Los Relámpagos.")