Julia y Patricia haciéndose las interesantes con Inma Chacón.
Inma, generosamente, las invitó a entrar (porque yo las dejé con su padre en la puerta... que mala bicha soy) al enterarse de que eran gemelas, como ella y su hermana Dulce. Patricia estaba algo más seria, pero a Julia le faltó tiempo para contarle que se había fisurado el codo en el patio del colegio al caerse "sobre su propio brazo" porque tropezó con un pequeña piedra, que llevaba una venda-escayola y blablabla... y es que tiene una verborrea inagotable. Inma dijo algo que como madre de gemelas me emocionó: que la relación con su hermana había sido la mejor de su vida, la más generosa. Me gustaría dar las gracias a la autora por su tiempo, sus dedicatorias y su hermosa sonrisa. También quiero felicitar a Matilde (la librera de Don Bosco) una vez más, por como está revitalizando esa librería. Ánimo y a continuar en la linea que te has marcado. No cesaron de acudir gentes de lo más variopintas durante las dos horas aproximadas que la autora permaneció en el loca: parejas jóvenes, señoras mayores, internautas, familias... Me parece muy importante, porque es una forma de poner en contacto a los autores y sus obras con un público que se empecina en seguir leyendo.
Yo, como una niña con zapatos nuevos
Mi padre aguardando su dedicatoria
Por cierto, a mi padre (insigne proveedor de lecturas durante más de treinta años) le está gustando el libro mucho. Se interesó por ciertas expresiones de la novela y anda lanzando conjeturas a diestro y siniestro sobre la trama. Creo que es la primera vez que sale en este blog y eso que es el principal responsable de mi pasión por los libros. ¡Qué desesperante puedo llegar a ser! ¡tenga usted una hija para esto! P.D. Ahora estoy con "Cuatro Hermanas" de Jetta Carleton, la siguiente novela será "Tiempo de Arena". Ni que decir tiene, que habrá reseña (si el tiempo me lo permite)