Érase Una Vez...:"La leyenda de Edelweiss"

"La leyenda de Edelweiss"

Cuentan que un joven apuesto, se hallaba enamorado de una mujer de cabellos blancos, ojos grisáceos, piel inmaculada y rasgos finos y suaves, era una albina extremadamente hermosa de nombre Edelweiss, cuya belleza era solo comparable al de la preciosa y pura nieve que cubre las altas montañas. 

Un día el apuesto joven la cogió de la manos y titubeando se declaró:- No puedo demorar por más tiempo, amada mía, confesarte lo que siento por ti. Mi amor es tan grande que ni una tempestad podría llevarse un solo ápice de mi afecto. Ni siquiera toda la nieve de las altas montañas sería capaz de apagar el fuego que hace latir mi corazón cada día. Vengo a deciros mi bella Edelweiss, que os amo con todo mi ser. -Sorprendida, pero halagada, apartó sus manos, recorrió su rostro silenciosamente con sus bellos ojos grises y con una tierna sonrisa le habló pausadamente:

- Amado mío, me abrumas con tus hermosas palabras, con el dulce mensaje con el que me anuncias tu amor incondicional. Yo os amo de igual manera, pero, mi padre no dejará que estemos juntos si no ve en ti una entrega total. Para él una declaración de amor debe ir acompañada de una prueba, de una gran hazaña. -
El joven sonrió, tomó de nuevo las manos de su amada, las besó y acarició y le dijo convencido:- Hermosa Edelweiss, os aseguro que por vos soy capaz de todo y se lo demostraré a tu padre. -
Inmediatamente se presentó en la casa familiar de su amada para hablar con el anciano quien, tras escuchar como el joven se ofrecía a demostrarle el amor que profesaba a su hija, le tomó la palabra y le advirtió de que ese era el momento de huir si no tenía valor porque el reto que le iba a proponer no estaba al alcance de miedosos ni cobardes. El padre de la joven se sentó frente a la chimenea y le dijo:- Cuenta una leyenda que una estrella cayó a la Tierra y fue a parar a una elevada zona montañosa convirtiéndose en la más bella flor que habita donde el hielo y las nieves esculpen las altas montañas. Si es verdad que morís por mi hija, id allá a buscar esa flor cuanto antes. Pero os aviso, que si no lo conseguís, no obtendréis tampoco el amor de mi bella y amada hija. -
El joven levantó altivo la cabeza, sus mejillas se encendieron y sus ojos brillaron. Apretando los puños juró volver con la flor y se marchó con un firme caminar.Dicen que pasaron muchos, muchos días y que el apuesto joven nunca regresó. También dicen que, aunque al principio su amada reía confiada, acabó perdiendo el juicio. No salía de casa y se pasaba las horas llorando amargamente y rogando para que él volviera junto a ella, mientras contemplaba las altas montañas desde la ventana.
Su pena acabó una fría noche de invierno en la que decidió ir ella misma a la montaña en busca de su joven amor. Apenas llevaba ropa y gritaba su nombre con desesperación. Nunca más se la volvió a ver.Desde entonces esa flor de las nieves que costó la vida a los amantes se llama Edelweiss y es el símbolo de amor verdadero y eterno.(desconozco su autor)
"Una estrella cayó a la Tierra convirtiéndose en la más bella flor que habita donde el hielo y las nieves esculpen las altas montañas."¡Hasta pronto, cómplice!