Estoy de suerte

Beatriz Benéitez Burgada. SantanderEstoy de suerte. Tengo unos días de vacaciones, y es evidente que necesito descansar. De eso me doy cuenta hasta yo. Suelo aprovechar el tiempo, porque es valioso. Y el contador no se detiene nunca. Por eso trato de distribuirlo lo mejor que puedo. Pero para todo hay excepciones, así que durante unos días, dejo que pase sin preocuparme mucho de nada que no sea disfrutar y hacer las cosas sin prisa. No tenía ganas de pasar horas en aeropuertos, ni de largos viajes. Esta vez, Asturias es el lugar elegido. Tengo buenos amigos en la tierra de la sidra. Me encanta pasear por Oviedo, una ciudad que se ha transformado en los últimos años, y que es acogedora y está llena de vida y de gente amable. El casco viejo, la Catedral, el mercado del Fontán, San Julián de los Prados -Patrimonio de la Humanidad-. Uno de estos días iré a Cudillero, ese precioso pueblo de colores, a comer percebes y pescado de la lonja. También quiero cenar en Taormina, cocina italiana, y en La Corrada del Obispo, y tomar unos vinos en la calle San Pedro... ¿Por qué me gustará tanto comer? Bueno, dejaré la dieta para la vuelta. Ahora es mejor no pensar en eso. Pararemos en Llanes de regreso. Aunque, para eso, aún quedan unos días. Estoy de vacaciones, y posiblemente no escribiré más hasta mi vuelta. Pero os dejo 57 entradas, en las que hablo de lo humano y lo divino. De los grises y los colores; del poder de la mente, de la memoria y de los beneficios de sentir gratitud; de La Habana, Estambul, Lisboa, Rusia, Jamaica y Trinidad de Cuba; de mi familia; de las compras, de las dietas, del bricolaje; de cooperación al desarrollo, de Bosnia y del mercado de la base de la pirámide; de responsabilidad social corporativa, de liderazgo, de puntos de encuentro y de otras muchas cosas. En unos días volveré, y espero encontraros de nuevo en mi pequeño rincón en la nube. Gracias por visitarlo y hasta la vuelta.