Revista Diario

Fin

Publicado el 03 septiembre 2010 por Rkornhauser

Un poco en broma y un poco en serio he dicho que me siento como cuando me operaron de la miopía.

Al día siguiente desperté y antes de abrir los ojos, como habitualmente lo hacía, con mi mano izquierda busqué mis lentes sobre la repisa que soporta mis libros. No estaban ahí, por primera vez en casi 15 años, no fue necesario utilizar mis pequeños telescopios. Acostumbrarme a una vida diáfana y sin marcos fue difícil, de pronto veía siluetas que antes no percibía, llegué a pensar que eran fantasmas; no, para mi mala fortuna era toda la información que perdía mi rabillo del ojo.

Me costó al rededor de dos semanas acostumbrarme a una vida sin distorsiones, a una vida donde las luces ya no serían manchas de colores, a una vida sin poder contar los poros en la piel, sin poder reparar cosas muy pequeñas sin el mayor esfuerzo.

Es verdad, creía que usar lentes me ayudaba en los exámenes. En el poco tiempo que usé lentes de contacto me empezó a ir mal en la escuela. Luego supe que estaba deprimido y que tengo problemas con el reconocimiento por parte de las figuras de autoridad… Ah, perdí tantas oportunidades por esa ceguera.

Me he recibido al fin, este espacio, entre otros muchos,fue el depósito de mis quejas, dudas y momentos de gloriosos que tuve en esta investigación, que más que investigación fue un trabajo de descubrimiento personal. Cada capítulo respondió a cada una de mis preguntas fundamentales, cada uno enfrentó la limitaciones que por ceguera  mental y la óptica creí como naturales y como parte de mi vida y destino.

Un buen día me di cuenta, en uno de esos momentos en que las ideas surgen de la nada, mientras uno está ocupado en cualquier cosa, me di cuenta que la vida me estaba rebasando, y no en el mal sentido. Al contrario, la vida me estaba poniendo todo para tomarlo y en verdad tener al mundo a mis pies… Me vi como el único obstáculo para.

Mis sueños son escribir, pintar y vivir dentro de la academia. La juventud es traicionera y desgraciada, llevaba mucha prisa por lograr éxitos de la nada. No, a mí las cosas me toman mucho tiempo.

En otro momento importante de distracción o laboral o en el baño, no lo sé bien, supe que esto no era una inquietud pasajera y que me acompañará toda mi vida. Tengo todo el tiempo del mundo, si no logro publicar, da lo mismo, si mis pinturas son un desastre y nunca pasa nada con ellas, me importa un carajo. Tengo todo el tiempo del mundo.

“Tengo todo el tiempo del mundo”. Mi tesis se llama Tiempo Libre y Creación de Mundos Posibles dentro del Modelo HADECNEC de Educación Ciudadana. Una frase tan simple y tan común que está llena de sentido. YO tengo (porque así lo decido), TODO EL TIEMPO (como una oportunidad creativa y de liberación) del Mundo (de este espacio que COMPARTIMOS todos). Eso me dejó este trabajo… Soy mejor persona, no lo sé, pero estoy más cerca de sentirme completo y de vivir mi vida como debe ser y no como una posibilidad lejana y dolorosa.

Este esfuerzo valió cada minuto, cada queja, cada reclamo, cada desencanto, cada pérdida… Este fue el camino que decidí tomar. Decidí tomar un camino y porque los caminos abren otros caminos.

Como no irán a la Biblioteca Central a buscar mi tesis, que prometo hacerlo un día de estos sólo para ver que se siente comparto mi tesis y mi presentación. El conocimiento debe compartirse…

Si encuentran errores de redacción, typos o algo así yo los atiendo.

TL&CMP

Quería poner el código de mi presentación aquí, pero WP no me deja. Click aquí


 


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