Revista Literatura

Firmin, de Sam Savage

Publicado el 17 abril 2014 por Alas De Papel @MikeKiddo
Firmin, de Sam SavageFirminde Sam Savage
Muchas veces me pasa que alguien me habla de un libro y aunque hago todo lo posible por leerlo, por una razón o por otra no lo consigo. Eso me sucedió con Firmin, una novela de la que me había hablado un buen amigo y que me había recomendado hasta la saciedad hace prácticamente cinco años. Lo único que me había dicho era que el protagonista era una rata lectora, pero eso ya fue suficiente para que me picara la curiosidad.
El tiempo pasó y olvidé ese libro. O eso pensaba, porque cuando un día cualquiera lo vi en mi librería de segunda mano favorita (la Re-Read de Barcelona) me vino un flash y recordé la de veces que me lo habían recomendado. Así que no lo dudé y me abalancé sobre él.
Nacido en el sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmin aprende a leer devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus medios se vuelven humanos. Original, brillante y lleno de alegorías, Firmin derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se desvanece dejando atrás una rata con un alma creativa, una amistad excepcional y una librería desordenada.
Firmin, de Sam SavageLo cogí con muchas ganas, deseosa de catar por fin la historia del roedor que se alimenta de libros del que tanto había escuchado hablar. Lo que encontré no fue exactamente lo que esperaba y aun estoy pensando si eso fue bueno o fue malo.
Pese a lo que pueda parecer, la historia de Firmin no es una historia alegre. De hecho, es una historia de un animalillo que no encuentra su lugar en el mundo, que es tan incapaz de procurarse su propio alimento que tiene que comerse las páginas de la librería en la que vive y que tiene instintos muy bajos. Mientras que el inicio de la novela es una reflexión literaria pura, a medida que van pasando las páginas, las reflexiones y las referencias literarias van cediendo protagonismo a Firmin, a sus pensamientos sobre su vida y sobre el mundo.
Sam Savage ha creado un personaje que consigue ser entrañable, tierno, pedante y levemente repulsivo, todo al mismo tiempo. Llega un punto en el que el lector olvida que está leyendo las palabras de una rata, hasta que el autor se encarga de recordarlo de golpe. Firmin es uno de esos personajes que enamoran porque son terriblemente y perfectamente imperfectos y ese es el mayor logro de la novela.
Es una novela totalmente diferente a lo que he leído y por eso, aunque no era lo que me esperaba en absoluto, se ha ganado un lugar de honor en mi estantería. Personalmente esperaba otro tipo de historia, con reflexiones sobre la literatura y la creación literaria; lo que he encontrado ha sido una novela sobre la vida, una novela de esas que a pesar de no ser perfecta ni de lejos, se quedan en tu memoria.
Firmin, de Sam Savage
Firmin, de Sam Savage

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