Está trepando la rosaa la copa desbordada de mayo.Todo brinda en abundanciaa la orilla de las fuentes del privilegio. Me ha tocado vivir el tiempode los hombres sin memoria,que olvidan los poderes altosque borran los nombres. El tiempo de esclavos indulgentesque venden su huella por una cifrapara ser sólo una cifra mása cambio del festínque distrae el cuerpo y la mente. Sentados a la orillade las fuentes del privilegioreposan su sonora oquedad.Sólo son sombra de su divinidad.