Get Ahead of the Games

El olor olímpico inunda la ciudad desde antes de que llegara. La idea de vivir en la misma ciudad en la que se celebran unos Juegos Olímpicos siempre me pareció interesante, los eventos, los sponsors, cómo las marcas se adueñan de espacios y de ilustres representantes de la sociedad británica...
Asi que cuando tuve la oportunidad de formar parte de ello de una manera más cercana -si es que hay algo más cercano que bajar a todos los santos cada vez que se corta el metro, el overground llega tarde o las bus diversion complican tu viaje- ni me lo pensé. Me fui a una de las decenas de empresas que colaboran para formar al staff extra de los JJOO y entregué mi CV. El requisito era hablar inglés y otro idioma "del mundo". Y entré, asi que pasamos a la fase de formación, allá por el mes de marzo, donde de una manera muy marquetiniana nos vendieron la moto de vender al mundo ese Londres superior que ellos mismos han sentido muy desde dentro desde tiempos inmemoriales.
El sistema de esta agencia en concreto me pareció curioso desde el principio pero pragmático y práctico a partes iguales. El trabajador es libre y responsable de las venues a las que opta, con total libertad de horarios, con algunas condiciones y recomendaciones pero sobre todo, que nuestra venue asignada no estuviese a más de 30-40 minutos andando desde nuestra residencia habitual. Algo lógico teniendo en cuenta lo más que funciona el transporte en Londres y el colapso que se espera -y que ya lleva semanas viviendose- cuando llegue el día 27.
La ciudad está impregnadísima del espíritu y si no lo estás, te lo meten por los ojos a fuerza de banderas en cualquier esquina y desde el Jubilee de la Queen, no hay inversión más amortizada que la de la Union Jack.
Y para quien le quede alguna duda Get Ahead of the Games