Gina Carano, la actriz luchadora

Y no, no hay que buscarle un sentido metafórico a la frase, pensando en una actriz luchando por abrirse paso en el complicado e inestable mundo del cine. Gina Carano es una actriz luchadora en el sentido estricto, que después de un pasado en los cuadriláteros aterriza en la gran pantalla de la mano de nada menos que Steven Soderbergh.
Nacida en 1982 en el estado de Texas, es hija de Glenn Thomas Carano, que fue quarterback en la NFL a finales de los 70 y principios de los 80. Desde muy joven, Gina mostró una gran querencia por el deporte, practicando softball y voleibol en su época de instituto y universidad, donde también consiguió un título en psicología. Pero su verdadera pasión era la lucha, en la que se inició mediante la disciplina del Muay Thai de la mano de Kevin Ross, su novio de entonces. Poco a poco fue ampliando su abanico de lucha, especializándose en las artes marciales mixtas (MMA), una combinación de técnicas del Muay Thai, el Jiu-jitsu, el judo, el boxeo o la lucha olímpica.
Carano fue una de las luchadoras más potentes y conocidas de MMA, amasando victoria tras victoria. Su primera derrota llegó en el verano de 2009, cuando fue derrotada por Cristiane Cyborg Santos. A principios de este año Santos fue sancionada por haber dado positivo por esteroides, lo que puso en entredicho sus triunfos anteriores, incluyendo la victoria sobre Carano.
Pero por aquel entonces, tras aquella dolorosa derrota, Gina Carano se había apartado de la lucha profesional. Su esperado regreso se iba a producir en abril de 2011, en un gran evento que la enfrentaría a Sarah D'Alelio. Sin embargo, el combate nunca se produjo, puesto que Carano no superó las pruebas médicas previas y los doctores le impidieron pelear. Se llegó a rumorear con un posible embarazo de Gina, pero las verdaderas razones todavía son desconocidas. Lo único cierto es que Gina Carano no ha vuelto a subirse a un ring como profesional.
A partir de mediados de la década pasada empezó la relación de Carano con la televisión y el cine. Primero participó en una especie de reality llamado Fight Girls (2006), en el que siete luchadoras estadounidenses viajan a Las Vegas para aprender los secretos del Muay Thai y combatir contra las mejores luchadoras del planeta. En 2008 prestó su cuerpo y sus habilidades para el personaje de Natasha Volkova en el videojuego Command & Conquer: Red Alert 3, y ese mismo año entró en la plantilla del famoso programa American Gladiators (el mítico Gladiadores Americanos que aquí veíamos en la prehistoria de las televisiones privadas) en el papel de Crush. Poco después le llegaría su primer papel en un largometraje de ficción, un pequeño rol en Promesa sangrienta (2009), una película de bajas pretensiones dirigida por Ben Ramsey y protagonizada por Michael Jai White.
Pero su gran oportunidad se la debe a Steven Soderbergh, quien la ha escogido para el papel principal en Indomable (Haywire, 2011). Gina Carano da vida a Mallory Kane en este thriller de acción en el que intepreta a una agente especial traicionada por sus superiores durante una misión y que alberga desde ese momento deseos imparables de venganza. A pesar de que Soderbergh decidió modificar ligeramente la voz de Gina durante la postproducción para hacerla más grave, su presencia es magnética durante todo el film, entre la rudeza de una luchadora y una sugerente feminidad. Rodeada además de actores de la talla de Ewan McGregor, Antonio Banderas o Michael Fassbender, Gina Carano se postula como una de las mayores candidatas a estrella femenina del cine de acción. De momento, está trabajando de nuevo como protagonista en In the blood (2012), otro film de adrenalina pura dirigido por un experto en la materia como John Stockwell (Inmersión letal, En el filo de las olas, Black Tide).