Revista Literatura

Hane Walker

Publicado el 13 septiembre 2018 por El Perro Patricia Lohin @elperro1970
e3f02b62f4eb47281921c7550be3337e--photographs-of-women-vintage-photographsPinterest

2 p.m.
Jack Daniels.
Muy temprano para beber.
O muy tarde.
Si analizamos mi extensa noche de insomnio, arrugando las sábanas a medida que daba vueltas y más vueltas, puede entenderse que tal vez era muy tarde para el wiskacho.
El primer trago me quemó la garganta. Y sentí el ardor pasar por mi esófago hasta hundirse en mi estómago, o la antesala de éste. Nunca entendí mucho de biología humana. Digamos que tanto fuego terminó de matar las dudas existenciales, las larvas de las mariposas y otros residuos que toxicológicamente no pasarían ningún examen.
Le comenté a ella como al pasar, que había bebido. Nunca le dije cuánto ni con quién, ni dónde, ni si el sol se colaba por alguna rendija.
Ella me contestó que sólo bebería whisky a las 2 p.m. luego de asesinar a alguien.
Nunca entendí si para festejar o para ahogarse.

2 p.m.
Alguien me comunica que bebe whisky a estas horas.
Le contesto que sólo tomaría whisky tan temprano luego de cometer un asesinato.
El único tema que me preocupa es que no tengo whisky en casa. O sea, que no sólo tendría que premeditar la muerte de otro sino también premeditar mi viaje al supermercado.
A decir verdad, en mis otros asesinatos nunca bebí whisky. Sí tal vez le haya dado un chupón a la botella de Moscato, el vino que uso para el tiramisú.
Luego debo haber prendido un cigarrillo, seguramente he pateado la colilla, me he bañado y he seguido con mi vida.
La escena del crimen es autolimpiante, como el horno de mi casa.
Uno se va, prende el horno y a la vuelta vualá, no hay sangre ni residuos. No hay charco ni existencia. No hay portarretratos, no hay recuerdos. Tal vez, las primeras noches se escuchen los ecos de los pasos por el largo pasillo, pero son fantasmitas que se van disolviendo de a poco, como los primeros copos de nieve que caen sobre la acera.
Tal vez hubiese sido apropiado beber un Jack Daniels, aunque hubiera tratado de hacer lo imposible para comprar un Jane Walker, porque para una mujer que sabe hacer desaparecer en vida a otras personas, nada mejor que un whisky con nombre de otra mujer.
Patricia Lohin

Anuncios

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


El Perro Patricia Lohin 400 veces
compartido
ver su blog

Sus últimos artículos

Revistas