Hasta hoy

Ron Hicks – “The Long Kiss Goodbye”

Es increíble la cantidad de kilómetros que puede llegar a medir esta despedida.

Esta es una despedida anunciada. Salió en los titulares del diario local.

Para acrecentar la magnitud del tiempo y la distancia, sueño con vos.

El sueño es un acto involuntario. Algo dentro  mío te llama, espero que para decir adiós.

¿Sos vos o lo que teníamos juntos lo que me cuesta despedir?

Te veo cruzar la avenida, hace trillones de años, cuando vos tenías pelo y yo era una muchacha jóven. Te veo mirarme, luego de bajarte de una especie de auto que para mi pobreza económica parecía una nave espacial.

Te veo alto, alto y delgado como Papaíto Piernas Largas. Alto y alegre. Alto y aventurero.

Yo era pobre, pobre de corazón. Pobre y de ojos tristes. Pobre y enamorada del amor que leía en los libros viejitos de la biblioteca.

No sé si se detuvo el tiempo, no sé si lo detuvimos.

Sé que nos miramos y nos reconocimos al instante.

Sé que nos unimos, nos peleamos, la luchamos.

Creo, hoy a la distancia, distancia que se acorta cuando te sueño, que dentro de todas las cobardías que te adjudicaste, tu mayor valentía fue acompañarme.

¿Cuánto tiempo más me llevará despedirte?

Sigo corriendo por el medio de la vías de ferrocarril, y siento que nunca me alejo lo suficiente.

Sé que adelante hay otro paisaje y me urge llegar.

Los años no sólo te platinaron.

Los años por estos lares te pusieron en una perspectiva inimaginable: que seas lo mejor de mi vida hasta hoy.

Patricia Lohin

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