Revista Diario

¡Hasta la corona!

Publicado el 16 febrero 2013 por Alicia
¡Hasta la corona!Observando el sentir general, tengo la sensación de que el escrito de hoy no va a ser muy popular pero no por ello voy a dejar de escribirlo. Ha llegado la derecha al poder y con ellos el sentimiento anti-monárquico se ha desbocado. No contentos con privatizar con explicaciones a los ciudadanos de que se gestiona mejor algo privado, cuyo fin último es el negocio particular, que lo público y cosas por el estilo, ahora se han lanzado a la cruzada mediática contra la monarquía aprovechando los abusos cometidos por uno de los miembros de la familia real.A la cruzada se han unido todos: la derecha, la izquierda y los ciudadanos de a pie que, sin saberlo, están a punto de reproducir situaciones ya vividas en este país por antiguos monarcas.Aunque comparta algunos de los razonamientos para el desmantelamiento de la institución, como el hecho de que todos somos iguales y que la cuna no debe marcar la vida de unos pocos elegidos y convertirlos en intocables, yo me pregunto si sería mejor tener un presidente que un rey.Visto lo visto, el hecho de tachar al rey para poner a un presidente en su lugar no termina de convencerme. Han sido tantos los desmanes cometidos por políticos corrompidos y regidos por sus ideas que casi prefiero a alguien que esté por encima de ideologías y cuya preparación esté íntegramente dirigida a conseguir de él un hombre o una mujer ecuánimes que escuchen a unos y a otros. El soberano es el representante de este país y ha sido entrenado para enfrentarse a cualquier situación ya sea civil, militar, política e, incluso, protocolaria. Es una especie de padre de todos nosotros, una figura de respeto y respetada. Si cambio el escenario me encuentro con un presidente del estado que es un político con ideas marcadas, con lo que representaría tan solo a una parte del electorado. Además, sería más fácilmente corrompible, pues sus garbanzos no los tiene asegurados y su preparación no es en absoluto comparable a la de un monarca que ha sido entrenado con esmero desde la cuna para ejercer una determinada función.Mis sospechas están en el gobierno actual, en su afán privatizador y su codicia por hacerse con todo lo lucrativo que le quede al estado y ahora esa saña contra la monarquía me resulta sospechosa y me temo que, ahítos de dinero, ahora se hayan propuesto a desbancar la competencia y no pararán hasta conseguir alzarse a lo más alto. Y lo peor de todo: las masas, azuzadas por los medios de comunicación, les van a hacer el trabajo sin que ellos muevan un dedo. Porque al ver a la gente arremetiendo descarnadamente contra la pareja real a la que hasta hace poco observaban envidiosos con el rabillo del ojo, vienen a mi mente imágenes del circo romana donde las multitudes pedían a gritos el sacrificio de algún prisionero.
¡Dios nos libre de un político con corona!

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Alicia 1 voto ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revista