Algo complicado, dado que el ataúd ya había sido enterrado. Con ellos dentro.
Revista Talentos
Él arañaba el terciopelo rojo con la furia de un animal de caza. Ella, situada debajo, apenas si tenía fuerzas para seguir respirando con normalidad. Sudores y gritos inundaban la estancia. Un acto desesperado por sentirse vivos.
Algo complicado, dado que el ataúd ya había sido enterrado. Con ellos dentro.
Algo complicado, dado que el ataúd ya había sido enterrado. Con ellos dentro.