Revista Diario
Historia de un chupete.
Publicado el 24 abril 2012 por ElvaErase una vez un piojo que pasaba de los chupetes. Un día una bruja malvada lanzó un hechizo y lo hizo depender de los "tetes" para conciliar el sueño. Durante el día el piojo con sus artimañas de bebé encantador intentaba convencer a sus padres de poder usar su" tete" pero ,ellos luchaban y luchaban contra su dulce sonrisa y sus miradas cautivadoras y no le dejaban el deseado chupete.
Por las noches cedían a sus deseos y le daban el tete para poder conciliar el sueño y ,de esa manera, ellos poder descansar de las batallas diarias con el piojo y su colega canino.
Una noche la bruja hechicera se coló en la habitación del piojo encantador, el colega canino no pudo avisarle de la visita nocturna pues se encontraba plácidamente dormido junto a la cama de los papis piojeriles.
La malvada bruja, a la que le gustaba jugar y hacer trastadas, le quitó el tete al piojo mientras éste dormía y entonces cual encantamiento el piojo se despertó y comenzó a gritar:
mamáááááá.....mamááááááá
Al escuchar los gritos la mamá se despertó y acudió rauda y veloz a la habitación, la bruja ya no estaba,y sólo se encontró a un piojo adormilado reclamándola a ella y a su tete. La mamá le puso el tete y se tumbó a su lado con la esperanza de pronto volver a su cama.
Sin embargo, el piojo había sido encantado por la traviesa bruja y éste lanzó su tete al otro lado de la habitación mientras gritaba
el teteeeeeeeeeeeeeeeeee...el teteeeeeeeeeeeeeeeeee
Su mamá sin perder la paciencia se bajó de la cama buscó el tete entre los juguetes de su hijo y regresó a la cama con el trofeo. No se lo dio porque el piojo parecía estar durmiéndose. Al rato volvió a escucharse una voz que decía mamááááá...el teteeeeee...
La mamá le devolvió el chupete y el piojo se acurrucó a su lado,parecía que pronto se dormiría. No, no sería así, las malvadas artimañas de la bruja traviesa habían vuelto a hacer mella en él y piojillo se quitó el tete.Esta vez lo lanzó entre la cama y la ventana, quedando allí atrapado sin posibilidad de cogerlo.
Una vez más comenzó a reclamar su chupete y la mamá, la cual ya no sabía qué hacer y notaba que la paciencia se escapaba de su cuerpo, corrió por la casa encendiendo luces y buscando otro chupete que darle a su hijo.
Nada, la bruja debía habérselos llevado todos porque ninguno aparecía.Así que volvió a la cama de su hijo desesperada y desanimada y le dijo
lo siento, piojito, no hay tetes, lo has tirado por detrás de la cama y no se puede coger. Tendrás que dormir como los niños grandes, sin tetes...
El piojo gimió durante un buen rato mientras balbuceaba el tete...el tete. Su misma cantinela lo fue adormeciendo y su mamá pudo regresar a sus aposentos hasta la mañana siguiente en la que no le quedaría más remedio que mover la cama compacta de su hijo para encontrar el tete.Y entonces sólo entonces darse cuenta que había otro tete sobre la mesa del comedor,definitivamente,la bruja traviesa los había vuelto a visitar y devuelto los chupetes.
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