Nunca, sin embargo, se supo de nadie que quisiera pasar de aquella desoladora, exasperante y estéril, vacía primera página.
Revista Talentos
Era una opinión instalada en ciertos ámbitos sociales de la ciudad, y susurrada a menudo cuando se mostraba en público: conocerle equivalía a adentrarse en la lectura de un fascinante libro.
Nunca, sin embargo, se supo de nadie que quisiera pasar de aquella desoladora, exasperante y estéril, vacía primera página.
Nunca, sin embargo, se supo de nadie que quisiera pasar de aquella desoladora, exasperante y estéril, vacía primera página.