Revista Talentos
Al acercarse al fuego, tras haber pasado la noche bajo el puente, recogió el papel que un desconocido le había tirado y lo leyó: "Sucio, maloliente, huraño, siempre cogiendo colillas del suelo y rebuscando en los contenedores". No supo ver que era el protagonista de un macabro juego de rol.