Revista Talentos
Cuando estaba encerrada en el castillo, decidió entrenar palomas para enviarle mensajes de buenas noches a su amado, pero nunca recibió respuesta. Logró escapar (sin ayuda de él), y lo encontró con otra princesa, cuatro hijos, ¡ah!, y un perro. Regresó al castillo donde el dragón la recibió muy felizmente.