Sintiéndose ya libre de pecado, le tiró una piedra. Las siguientes fueron arrojadas por sus amigos.
Revista Talentos
Tras la misa de doce, esperó a la puerta de la iglesia. Por fin vio salir al cura con su negra sotana. El mismo que en el confesionario, le había formulado preguntas demasiado íntimas.
Sintiéndose ya libre de pecado, le tiró una piedra. Las siguientes fueron arrojadas por sus amigos.
Sintiéndose ya libre de pecado, le tiró una piedra. Las siguientes fueron arrojadas por sus amigos.