Revista Diario

Irena Sendler «El Ángel del Gueto de Varsovia» – Héroes olvidados

Publicado el 01 marzo 2010 por David_pardo
Voy a intentar iniciar una nueva sección donde recordar a personas que hicieron algo extraordinario por la gente que les rodeaba independientemente de su religión, nacionalidad o ideología.
Hoy os voy a hablar de Irena Sendler, hace un tiempo me llego un email en cadena con su historia, así que me puse investigar ya que no estaba seguro de sí era real o no, porque la mayoría de las veces son HOAX, así que voy a intentar explicar quien era con información que he sacado de varios sitios.
Esta es una historia de como olvidamos a personas que no deberíamos haber olvidado nunca.
En 1999, unos estudiantes de EEUU estaban haciendo una investigación sobre personas que tuvieron un comportamiento heróico durante la segunda guerra mundial, y se encontraron con el nombre de Irena Sendler, empezaron a tirar del hilo y se dieron cuenta de que este valiente (muy valiente) ser humano salvó la vida a 2500 niños en el gueto de Varsovia.
En 1939 Irena trabajaba como enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, ese Departamento se encargaba de los comedores comunitarios donde se ayudaba a muchas personas.
En 1942 cuando los nazis crearon el gueto de Varsovia , Irena y su compañera Irena Schultz se unen al Consejo para la Ayuda de los judío, Zegota. Conseguí, para mí y mi compañera Irena Schultz, identificaciones de la oficina sanitaria, una de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Más tarde tuve éxito en conseguir pases para otras colaboradoras. Como los alemanes invasores tenían miedo de que se desatara una epidemia de tifus, toleraban que los polacos controláramos el recinto.
Irena se puso en contacto con familias y les ofreció poder sacar a sus hijos fuera del gueto, aunque no podía asegurar que saliesen vivos, muchas madres y abuelas se negaron y más tarde cuando Irena y sus compañeras volvían para hablar con ellos ya se los habían llevado a campos de exterminio.
A lo largo de un año y medio, hasta la evacuación del gueto en el verano de 1942, consiguió rescatar a más de 2.500 niños por distintos caminos: comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo tipo de subterfugios que sirvieran para esconderlos: sacos, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, bolsas de patatas, ataúdes... en sus manos cualquier elemento se transformaba en una vía de escape.
Irena quería que un día pudieran recuperar sus verdaderos nombres, su identidad, sus historias personales y sus familias. Entonces ideó un archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas identidades.
Los nazis supieron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la Gestapo y llevada a la infame prisión de Pawiak donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja encontró una estampa de Jesús Misericordioso con la leyenda: “Jesús, en vos confío”, que conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la obsequió a Juan Pablo II.
Ella era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos. Soportó la tortura y se negó a traicionar a sus colaboradores o a cualquiera de los niños ocultos. Fue sentenciada a muerte. 
Mientras esperaba la ejecución, un soldado alemán se la llevó para un "interrogatorio adicional". Al salir, le gritó en polaco "¡Corra!". Al día siguiente halló su nombre en la lista de los polacos ejecutados. Los miembros de Zegota habían logrado detener la ejecución sobornando a los alemanes, e Irena continuó trabajando con una identidad falsa.
Los niños sólo conocían a Irena por su nombre clave "Jolanta". Pero años más tarde, cuando su foto salió en un periódico luego de ser premiada por sus acciones humanitarias durante la guerra, un hombre la llamó por teléfono y le dijo: "Recuerdo su cara, usted es quien me sacó del Gueto." Y así comenzó a recibir muchos llamadas y reconocimientos.
Sendler fue propuesta por Polonia para recibir el premio Nobel de la Paz en 2007, el cual fue entregado al estadounidense Al Gore.
La razón por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar, en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad.
 Falleció en Varsovia (Polonia), el 12 de mayo de 2008 a los 98 años de edad.
Mas información en estos enlaces:WikipediaElMundo ElPaisVideos de youtube:Niños listos1vozmujer

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