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Kansetsu Waza (関節技)

Publicado el 02 octubre 2013 por Cuervo

Introducción

La técnica de luxación o de ataque directo a las articulaciones puede entenderse y realizarse de diferentes formas, aunque siempre requiere una gran dosis de precisión y destreza, ya que no es tan fácil vencer la natural resistencia muscular.
El ser humano, como todo ser viviente, posee el Instinto de Supervivencia en virtud del cual, su cerebro reacciona enviando la señal de huir del dolor. Esta reacción no cumple una regla general, es decir cada individuo reacciona de una manera determinada, hay quien lo hace tensando sus músculos para evitar la lesión y quien mueve todo el cuerpo hacia una posición menos comprometida o quien recoloca sus articulaciones de modo que oponga una mayor resistencia.
Estas reacciones naturales y semiconscientes dan lugar a nueva situación en la que no solo es posible anular la luxación, sino además elaborar una respuesta en modo de contraataque.
Al tratarse de una reacción puramente instintiva e individual, no puede aplicarse una norma o técnica general para anularla, ni tampoco resulta de utilidad aprender sistemáticamente determinados encadenamientos que intenten resolver determinadas situaciones, puesto que una reacción imprevista, como son en la mayoría de los casos, conduce al fracaso de la técnica.
Por otra parte, a pesar de existir un patrón común, cada individuo presenta pequeñas diferencias morfológicas y anatómicas además de poseer distintos niveles del umbral del dolor. En este sentido debe aclararse y tener siempre presente que es del todo imposible tener o crear una especie de guia que de respuestas concretas a cada tipo de situación dado que aunque fuese posible hacer un estudio pormenorizado, automatizar una serie de respuestas para cada una de esas situaciones llevaría toda una vida y aún así no ofrecería ningún tipo de garantía de eficacia.
Aclarado este punto, la pregunta que se plantea es dónde está, pues, la solución. Las artes marciales nacieron y se desarrollaron y continuan evolucionando hacia esa respuesta, pero sí se parte de una premisa básica: Se desarrollaron como métodos de combate, en concreto las denominadas "suaves" para el combate sin armas contra adversarios armados con sable y protegidos con armadura. En este tipo de situaciones no había margen para el error puesto que si el movimento o técnica no resultaba eficaz, la respuesta del adversario sería mortal.
Es, por tanto, obvio que si han llegado hasta nosotros es porque encontraron algún tipo de solución y entrenamiento que permite alcanzar la victoria en enfrentamientos de esta clase.
La solución está en la raiz del problema.
Demasiado a menudo, por errores en la metodología, tanto de enseñanza como de aprendizaje, se tiende a establecer una relación directa entre situación y respuesta técnica, ahora bien, si contemplamos las siguientes varianbles:
  • Características físicas del adversario: envergadura, peso, velocidad...
  • Actitud: grado de agresividad, miedo o arrojo...
  • Diferencias anatómicas entre los adversarios: altura, masa...
  • Estado físico: cansancio, influencia de agentes como el alcohol o drogas...
  • Etc.
Queda demasiado en evidencia que el número de situaciones y sus combinaciones son incalculables, por tanto, no existe esa relación directa, no puede existir. Y dado que es irreal, lo que se debe buscar es justo lo opuesto: una serie de conceptos abstractos que puedan ser intercambiables dependiendo de la situación concreta.
Precisamente en eso consiste el Arte.
Las notas musicales son cinco, los colores básicos son siete, sin embargo la combinación de esos distintos elementos, en manos de un verdadero experto y siguiendo unos patrones abstractos como la armonía (armonías musicales, armonía de colores y composición), da lugar a piezas sublimes y, como mínimo a un grado elevado de excelencia técnica.

Imagen Toda articulación es susceptible de ser luxada, con mayor o menor dificultad, aplicando diferentes técnicas y con distintos grados de lesión.
Como ya se apuntó anteriormente, básicamente existen varias formas de provocar una luxación:
  • Por torsión
  • Por llevar la articulación más allá de los límites de su flexión natural.
  • Por forzar la articulación en una dirección contraria a la natural.
  • Por golpe.

Todas ellas tienen una característica común, deben ser realizadas utilizando todos los recursos corporales, desde la masa y el peso, hasta la propia inercia del movimiento.
Para adaptarse a las variables antes indicadas, deben estudiarse los diferentes ángulos en que ejercer la fuerza, utilizando los principios físicos como la Palanca, el Par de Fuerzas y, especialmente, el uso adecuado de la distancia y la fuerza centrífuga generada por la energía cinética del movimiento.
La reacción inicial del adversario se anula o reduce provocando una situación en que su cerebro se encuentre ocupado en otras sensaciones:
  • Rotura del equilibrio, con lo que la reacción natural e instintiva será recuperarlo.
  • Causando un dolor que provoque la pérdida de control y reacción.
  • Adaptándose a las circunstancias concretas y creando una situación en la que se puedan aprovechar las reacciones del adversario a favor de la luxación.

Casos de estudio

Una técnica de luxación es correcta cuando se realiza en la manera adecuada a la situación determinada. Es imposible describir todas las situaciones posibles para todas las articulaciones, aproximadamente 360 ya que algunos autores afirman que el número varía según las diferencias anatómicas anteriormente mencionadas.
Sin embargo, dado que las formas de provocar la luxación es muy concreta, para el estudio basta con experimentar sobre las más comunes, en cualquier caso conviene estudiar y saber como funciona cada una de esas articulaciones, si no las 360, sí las más susceptibles de ser atacadas, como las de las extremidades, el cuello y la columna vertebral.

La muñeca (Kote 小手)

Generalmente, los ataques se realizan con las extremidades superiores, bien desarmados o con algún tipo de arma u objeto contundente, por tanto, la parte del cuerpo humano que queda más fácilmente al alcance es la mano y la muñeca la articulación que presenta un mayor índice de posibilidades para ser luxada.
Imagen Aunque habitualmente se tiende a pensar en la muñeca como una articulación, lo cierto es que es un conjunto de ellas, formada por 7 huesos, sus correspondientes ligamentos que los unen entre sí y los huesos del brazo y dedos. Aún así y con fines didácticos se presenta como un bloque y un objeto de estudio en sí mismo.
Imagen La articulación de la muñeca presenta tres movimientos:
  • De flexión, en un ángulo aproximado de 90º hacia el interior y hacia el exterior. Estos ángulos varían en cada individuo.
  • De torsión hacia ambos lados en un ángulo aproximado de 20º en dirección al dedo pulgar y 40º hacia el dedo meñique.
  • De prono-supinación o giro alrededor del eje del brazo, aunque más bien esto se produce por efecto de brazo y no estrictamente por la muñeca.
Las técnicas de luxación más comunes, en este caso, son precisamente llevar estos movimientos más allá de su límite natural.

Caso de Estudio 1. Por flexión hacia el interior (hacia la palma)

En el movimiento de flexión natural, los músculos flexores desplazan la articulación hacia afuera, siendo los ligamentos los que presionan para devolver los huesos a su lugar natural.
Imagen Toda articulación forma una palanca, los músculos accionan su brazo y es el punto de apoyo (la cápsula sinovial) la que facilita el movimiento.
Basándose en ese punto de apoyo, definido por el propio hueso que forma la articulación, si se aplica una fuerza en el mismo sentido que ejerce la musculatura, pero en diferente ángulo y en extremo más alejado posible, se conseguirá romper o distendir los ligamentos provocando la pérdida de contacto de la cadena de huesos.

Caso de Estudio 2. Por flexion lateral

Los dedos de la mano, forman articulaciones independientes, con sus respectivos músculos flexores que parten del antebrazo, por tanto el Brazo de Palanca debe contemplarse en el conjunto de toda la mano, muñeca y antebrazo.
Imagen Morfológicamente, los dedos índice y medio son los encargados de ejecutar las acciones más precisas, mientras que el resto cumplen la función de agarre.
Estos dedos son los que están alineados casi perfectamente con el antebrazo, por lo que constituyen el Brazo de Palanca más fuerte para provocar una luxación. El punto de apoyo será, como siempre, el propio hueso que limita la acción y lo que se produce es una distensión o rotura de los ligamentos en el lado opuesto.

El codo (Hiji 肘)

Anatómicamente, el codo es la articulación entre el hueso del brazo, húmero y los del antebrazo, cúbito y radio, más los distintos ligamentos que permiten su movilidad.
El bíceps es el encargado de su flexión mientras que el triceps lo es de su elongación o estiramiento. También son los escargados de sus giros, llamados prono-supinación.
Estas características hacen que la luxación por llevar la articulación más allá de su límite natural, sea más difícil que en otras, ya que para conseguirlo hay que anular la fuerza muscular, lo que se logra en un ángulo de 45º hacia el exterior.
Imagen Sin embargo el 90% de las luxaciones fortuítas se producen por una acción que lleve a una flexión contra natura, es decir, hacia el lado contrario de su flexión natural.
Para lograrlo hay que vencer las fuerzas que realizan los músculos implicados, es decir actuando en su misma dirección aunque en diferente ángulo de modo que la fuerza resultante empuje la articulación hacia el exterior, rompiendo o provocando distensión en los ligamentos y la pérdida de contacto de los huesos.
Imagen Para aplicar el principio de la Palanca y dada la ubicación de los músculos, la resistencia se vence aplicando una fuerza de empuje y otra de tracción, ésta última se sitúa en el punto más alejado del antebrazo y el Punto de Apoyo puede ser intercambiado entre ambas fuerzas dependiendo de la reacción del adversario.
El punto donde la musculatura ofrece menor resistencia en el lateral, dado que el bíceps se encuentra en la parte anterior o frontal y el tríceps en la posterior o trasera.

Conclusión

Aunque no es imprescindible estudiar anatomía, teniendo en cuenta que en los tiempos en que estas técnicas fueron creadas no se conocían con la exactitud de hoy dia el funcionamiento de los diferentes sistemas musculares, sí es conveniente tener al menos una idea básica de biomecánica y de las diferentes acciones y reacciones de los músculos con el fin de maximizar y rentabilizar el trabajo, la fuerza empleada.
Como ya se ha dicho y visto en los casos de estudio expuestos, cada articulación funciona de un modo distinto, ya que su configuración es diferente. Por tanto la forma de ataque no puede ser la misma para todas ellas, sino que hay que estudiarlas individualmente.
La única regla general es actuar siempre a favor de la reacción muscular del adversario para conseguir mejores resultados.

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