Revista Literatura

La Casa

Publicado el 22 julio 2010 por Elmundosegunyo

Pero por en medio y por encima de las cosas puedo divisar la paz a la distancia. La casa vacía encierra gestos y rincones angustiantes, que me hablan y me llaman a quedarme en una esquina con la cabeza gacha, a estar sentado en el sillón mirando la pared recién pintada.
- Y así al cabo de un tiempo -me repite la casa-, una cosa lleva a la otra y estaremos vos y yo haciendo asados, riéndonos, leyendo y escuchando música, y cuando te tomes vacaciones voy a extrañarte con la fuerza que un perro se angustia ante ausencia de su dueño, con la inocencia de un niño que no ve a su padres cuando trabajan, y soñando y queriendo día a día este pesar pasara a mejor parte. Yo y tus amigos te vamos a sacar adelante. Llamalos, no te quedes así.
 En la mesa quedan cosas pendientes: algunas cartas, formularios, mucha burocracia y varios papeles con stickers (firme aquí, firme aquí, firme aquí) los evito y trato de pensar en otra cosa (trato de pensar pero no puedo, no estoy para pensar). Y siento un mundo distinto al de ayer, otros ojos me habitan y veo todo quebrantarse como las gotas de lluvia que golpean la ventana.
 Es extraño que una casa hable pero a esta altura no me hago preguntas (no estoy para preguntas) y sigo la corriente del susurro como una pobre victima de las circunstancias, como un condenado que se prepara a cadena perpetua siendo inocente. Así estoy, así me siento: sin lugar a apelación ni arreglo con el fiscal. Roto y descocido.
 Me siento en el sillón y observo el vació del living, la no gente que lo habita, yo y el silencio. Estoy solo, de ahora en adelante solo.
 Y observo la pared (al tiempo que lloro la felicidad de mi mujer). Ese pedazo de pintura renovada parece tener escrito un mensaje subliminal. Se presenta a si misma como un horizonte tangible (de esos imposibles de alcanzar), pero como un poeta temeroso del éxito decido no tocarlo, decido no ver el mensaje. Este horizonte no hace bien.
 Y me mira esa llanura blanca como quien hace pulseadas de ojos, me ve y atravieza las pupilas como un león antes de cazar a su presa. Se agazapa en la maleza y prepara su salto para devorarme en crudo.
 Modulando su imponente voz en off contraría los susurros de la casa, y ensordece mis sentidos aislándome solo para ella. Siendo yo el unico espectador de esta película de terror.
- Yo soy un dálmata teñido de rojo, lo sabes, frente a mi tu mujer lloro mil veces. En ese sillón ella pasaba sus tardes sin nadie con quien compartir el mate, comiendo bizcochitos lentamente, mirando la nada mientras vos hacías de cuenta que nada pasaba y te ocupabas de tu patética carrera de fotógrafo. Yo soy esa mancha de sangre que mandaste a borrar con el albañil, yo soy lo que nació cuando tu mujer se suicido. Esta pared, esa mancha y yo siempre te vamos a seguir.
 Mentira, mentira. Su mujer lo amaba y todo estaba bien. Ella entraría a la tarde y juntos redecorarían el lugar, invitarían a algunos amigos para mostrarles que lindo quedo todo con la excusa de pasar un buen rato (Rodrigo era así), a la noche irían a cenar y siendo viernes aprovecharían el cine de trasnoche. Y la cama los esperaría como si fuese la primera vez que se ven la piel. Todo estaba bien, todo estaba bien.
 Pared - Deberías estar contento por ella, siempre lo quiso así. Después de tantos intentos, tantos cortes y llamados de atención logro lo que quería. Pero quedate tranquilo, su felicidad subió de precio hace unas semanas: en su vientre estaba creciendo algo tuyo.
 Mi mujer se suicido y estaba embarazada, mi mujer se suicido y estaba embarazada –repite Rodrigo. Entre los papeles de la mesa un sobre se deja ver: una carta que le dejo su mujer.
"Querido, luego de pensar llegue a una decisión: me quiero ir y quiero hacerlo ya. Nuestro tiempo juntos expiro, llego mi fin. Siempre compartimos esos silencios en los que nos desnudábamos las almas con solo mirarnos pero nunca fuimos sinceros el uno con el otro, quiero creer que lo sabes. Te confieso que he necesitado tu oreja más que tus labios, tus abrazos mas que el sexo, y tu existencia no siempre fue sinónimo de compañía. Somos como dos almas gemelas a destiempo, que piensan en el otro en su ausencia y al verse se olvidan del sentimiento. Como la luna y el sol jugando al día y la noche a querernos en secreto. Nos siento como el sol y la luna y todos nos tienen de musa, nos miran y nos dedican poemas y canciones mientras que en nuestra (poca) intimidad no llegamos a querernos. Soy parte de algo mas que me controla y desconozco, y ese algo de mi que tanto te gusta a mi me consume lentamente, como si estuviese caminando la muralla china llena de brazas.¿No entendes? No puedo seguir así, no puedo sentarme todas las tardes esperando que vuelvas porque así nos gusta. Y cuando me reflejo en tus ojos, es el único momento que me veo como quiero ser, pero no puedo verte a la cara las 24 horas del día. Estoy atrapada, perdoname. Me despido, basta, no doy mas. Te quiero y me gustaría que vinieses algún día a visitarme, quizás ahora te parezca imposible y desubicado de mi parte decirte esto pero siempre vas a ser bienvenido a donde quiera que yo este, y realmente me encantaría verte algún día mas adelante. Tomate tu tiempo, conoces el camino. Melisa.
P.D. No se que te va a molestar mas, esto o que le ponga Tomas al nene. Besos."
 Su mujer, si hijo (tomas, como su abuelo), todo, aniquilado por uno de sus revólveres. Rápidamente Rodrigo abre el armario y al estilo Kurt Cobain, quema la carta y gatilla una escopeta dejando a dudas el suicidio.
 Rodrigo y Melisa, juntos, siempre juntos y con Tomas en camino. El sol y la luna ahora disfrutando de la eternidad caminan de la mano. Dos gorriones jugando a volar chocaron a destiempo con el mismo árbol, uno detrás del otro cruzaron la puerta sin retorno, y con sus alas cortadas, ahora disfrutan de otro horizonte en otro habitad, en otro lugar donde en sus caras siempre habrá un poco de sombra pero con la poca luz se llega a ver como ríen cuando caminan.
 Mas tarde el teléfono suena y la contestadora capta el mensaje: Hola Rodrigo, firmaste los papeles?, yo se que esto del divorcio es repentino pero por favor firmalos. Maxi y yo queríamos estar seguros antes de decirle a todos pero con Tomas en camino, no nos quedo opción que darles la noticia. Espero que no sigas afligido. Nunca creí que iba a terminar con tu primo.. Eh, bueno, si podes firmalos esta semana que queremos casarnos antes de que nazca. Sabes como soy con esas cosas. Contéstame cuando puedas, pero no te demores dale?. Un beso y cualquier cosa cruza la calle que estamos en frente haciendo los preparativos.

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