Revista Literatura

La escaleta de una novela

Publicado el 14 diciembre 2015 por Cabaltc

La semana pasada os hablaba de esa pregunta vital que me hice al empezar a planificar la escaleta de mi segundo proyecto de novela. En ¿cuántas escenas tiene que tener un libro? os contaba los métodos que utilizo para planificar mis textos más largos, cómo se definen las escenas y cómo saber cuántas escenas debería tener vuestro libro.

El objetivo de ese artículo era el de sentar las bases de los ladrillos que utilizaremos para construir nuestra historia y la importancia que tiene conocerlos.

Una escena es la unidad básica de la trama. Es decir, cada parte de la trama cuyo objetivo, escenario y personajes son invariantes.

¿Para qué?

Para poder hablar en más detalle de la herramienta más potente que tenemos los escritores para planificar una novela: la escaleta.

Sé que voy a repetirme, pero os invito a leer este maravilloso artículo de Gabriella Campbell sobre 7 métodos probados para planificar una novela. En él conoceréis de primera mano otros métodos diferentes a la escaleta para poder hacer una planificación de vuestros textos.

¿Qué es la escaleta?

La escaleta es un método de planificación que anda a caballo entre una sinopsis larga y la redacción del manuscrito de vuestra historia. Tiene una extensión de algunos folios e incluye la información básica que necesitamos conocer (sin diálogos, descripciones ni nada elaborado, solo las ideas clave).

Se basa en ordenar las diferentes escenas de una historia del mismo modo en que el lector se enfrentará a ellas.

La escaleta es el listado completo, esquemático y secuencial de las distintas escenas que componen la historia.

Dicho de otro modo, la escaleta es un texto que resume todo el contenido de una novela. Pero lo resume mostrando, además del contenido mismo del libro, la secuencia que hay entre cada una de las escenas, los puntos de unión entre las diferentes tramas que conforman la historia global y el modo en el que presentaremos la información a nuestros lectores.

La escaleta que os voy a contar aquí es una herramienta típica del mundo cinematográfico, tanto para la parte literaria del cine (los guionistas) como para la parte visual (la composición detallada de las escenas). De hecho yo supe de su existencia y utilidad a través de uno de mis mejores amigos, que es guionista.

A mi, personalmente, la escaleta me parece un método de trabajo muy bueno para organizar historias y tramas de gran complejidad. Aunque hay gente para la que la escaleta es un elemento de planificación demasiado rígido. Sin embargo, más adelante os intentaré explicar todas las ventajas que veo en este método (y cómo simplificarlo para aquellos escritores que no quieran acotar demasiado su libertad creativa).

¿Cómo se construye la escaleta de una novela?

Dependiendo de con quién habléis, del tipo de novela que estéis haciendo y de otros muchos factores subjetivos, os dirán que la escaleta debe incluir este u otro componente adicional.

Sin embargo, la única verdad absoluta que hay detrás de la escaleta es que debe servir a vuestros propósitos como escritores. Antes de desarrollar la escaleta de vuestro libro, debéis pensar en qué elementos básicos debería contener.

Yo os voy a contar la versión que estoy utilizando ahora mismo (bastante sencilla), con un par de añadidos orientados a crear la escaleta de una novela policíaca.

Contenido de cada escena

Para que la escaleta esté completa, todas y cada una de las escenas que incluyo poseen la siguiente información:

  • Título: Para poder reconocer la escena sin tener que leer la sinopsis.
  • Personajes: ¿Quién aparece en ellas? No me refiero a quién narra la acción, sino a qué personajes importantes (que tengan una ficha desarrollada) van a tomar partido.
  • Localización: ¿Dónde tiene lugar la escena? Ubicación tanto física como «electromagnética» (llamadas telefónicas, conversaciones por internet,…)
  • Objetivo: ¿Qué quiero conseguir al finalizar la escena? Reforzar los valores del protagonista, envilecer al villano, desvelar una pista falsa, desviar la atención del lector, avanzar en la investigación,… es el elemento vital de la escaleta que utilizo.
  • Sinopsis: Breve descripción de la situación con la información más relevante.

De manera adicional, utilizo post-it de colores para añadir dos dimensiones más a mis escenas:

  • Sub-Trama ¿Qué parte de la historia estoy desarrollando? ¿Es la historia del villano, la del protagonista, la relación que tiene con su mujer o la investigación en curso?
  • Narrador: ¿De quién es el punto de vista?

Así obtenemos una serie de «papelitos» de colores como estos, que emulan el principio de la escaleta de mi novela El Asesino Sin Nombre:

La escaleta del Asesino Sin Nombre (I)

La escaleta del Asesino Sin Nombre (I)

En este ejemplo, el color verde hace referencia a la trama que se ve narrada desde el punto de vista del asesino, mientras que el color amarillo se refiere a las escenas que dan profundidad al protagonista.

Marco temporal de la escaleta

Hay novelas cuya acción se sucede en distintos puntos del espacio temporal. En esos casos, bien sea en la propia escena o bien mediante flechas conectoras en la escaleta, es necesario que podamos saber a qué momento corresponde cada una de esas escenas.

En mi caso, he asignado la acción a una serie de días, contando a partir del momento inicial (Día 0) y su localización dentro del mismo (MA: mañana, MD: mediodía, TA: tarde y NO: noche) y lo he reflejado en la escaleta directamente en cada una de las escenas:

Campos adicionales de la escaleta

Como esta novela trata de un asesino en serie y del detective que intenta capturarle, una parte vital de su historia son las pistas y los guardianes de dichas pistas.

Para no sobrecargar la escaleta, yo he decidido tener una tabla separada para ellas. En ella he incluido cada una de esas pistas (tanto falsas como ciertas) con su orden de aparición en la historia, qué información revelan, quién la posee y cuándo se revela en la escaleta.

De este modo tengo un control más o menos firme sobre cómo manejo la información que recibirá el lector en cada parte de mi libro.

Nivel de detalle de la escaleta

Aquí es donde entra vuestra necesidad de libertad creativa. Yo soy de los que crea un post-it para cada escena, pero nada os impide agrupar varias escenas en un mismo elemento de la escaleta.

Podéis crear una novela a partir de 6 post-it muy sencillos, al estilo de la estructura típica de gancho – presentación – 1er punto de giro – punto medio – 2º punto de giro – desenlace. O lanzaros a la piscina y llenar una pizarra con 85 post-it.

A más detalle en la escaleta, menor probabilidad de salirnos del guión.

A menos detalle en la escaleta, mayor libertad creativa.

Vosotros decidís.

Y ahora que ya sabemos lo que es…

¿Para qué sirve la escaleta?

La principal utilidad que tiene el uso de la escaleta es la de poder contemplar, de un solo vistazo, toda la organización argumental de nuestro libro.

La escaleta permite comprobar que toda la información que queremos incluir está en nuestro esquema (personajes, escenas, tramas,…). Además de poder ver que la cantidad de escenas por personaje (en un libro multi-narrador) y el peso que tiene cada una de las líneas argumentales están correctamente equilibrados.

Por ejemplo, en ese primer borrador de novela que deseché (artículo Mis 7 pecados capitales y su primera escena El Cuerpo) me encontré con que, al terminar de escribir, el protagonista de la historia, tenía menos protagonismo que otros dos personajes secundarios. Si hubiera montado la escaleta inicial en vez de lanzarme a la piscina, hubiera podido corregir ese error antes de empezar. Y así no habría tenido que desechar 80.000 palabras por un fallo de planificación…

Después de hacer el cambio, el resultado de la escaleta modificada quedó así:

La estructura de una novela

La estructura de una novela

¿Qué color representa ahora a mi protagonista? Está claro que es el amarillo.

Además, gracias a la escaleta, podemos analizar el ritmo que lleva nuestra historia. ¿Demasiadas escenas «amarillas» y sin conflicto? Es posible que estemos aburriendo al lector, que necesitemos insertar algo que haga tambalearse a nuestro protagonista. Por ejemplo, escenas verdes de mi villano favorito, o magentas con el policía que le está haciendo la vida imposible.

Y por último, la escaleta nos permite alterar el orden en el que presentamos la información a los lectores de un modo muy cómodo y sencillo, para mejorar el efecto que queremos conseguir.

¿Qué pasaría si movemos una de las escenas más impactantes y vitales del libro al principio de todo para atraer la atención de nuestros lectores? ¿Y si primero desesperamos a nuestro protagonista y más tarde explicamos por qué?

Conclusión

La escaleta es un método de planificación que nos muestra la secuencia de escenas tal y como se las encontrará un lector al abrir nuestro libro.

Se compone de escenas que, como mínimo, deberían incluir la siguiente información:

  • Título
  • Personajes
  • Objetivo
  • Sinopsis

Y las ventajas que nos ofrece una escaleta detallada son:

  1. Poder contemplar la estructura completa de nuestra obra.
  2. Comprobar que toda la información está presente.
  3. Comprobar si las tramas y sub tramas están equilibradas.
  4. Analizar si el ritmo de nuestra historia es el adecuado en cada momento.
  5. Poder hacer pequeñas (o grandes) modificaciones en el orden de las escenas.

La semana que viene os enseñaré cómo he utilizado Scrivener para hacer la escaleta de mi novela, aprovechando una de sus muchas funcionalidades.


Escrito por David Olier para el blog El Rincón de Cabal.

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