Las fotografías más destacadas de la formula 1 han sido las del fotógrafo y artista Joshua Paul. Ha recuperado la fotografía de principios del siglo XX, un hecho no solo sorprendente si no agradecido por el sector de la fotografía, quién valora muy positivamente, retomar el tiempo que llevar realizar una fotografía y revelarla. Quizás en un mundo en el que la automoción y la fotografía cada vez van más automatizados y más rápidos, una mirada al pasado entraña una poética reflexión.
Lo inmediato, lo rápido, lo instantáneo tienen en la actualidad una relevancia transcendental en el mundo de la comunicación, las revistas, las webs y las redes sociales; por eso, contrasta tan gratificantemente la tendencia de volver al pasado o la tendencia retro.
Joshua Paul y la revista Lollipop han formado un gran equipo, ambos entienden la visión y el reto artístico-tecnológico que supone capturar el ambiente de la formula 1 con una cámara de más de cien años.
La personalidad de las fotografías antiguas, el desenfoque y el blanco y negro enamoraron al fotógrafo cuando vio en una revista un reportaje de la carrera de Indy 500 de 1969. Con la tecnología actual de retoque fotográfico podría haber imitado la estética pero no habría tenido el espíritu y la magia del siglo pasado.
Joshua Paul utiliza una Graflex Super 4×5 del año 1913. Todo un reto pues carece de enfoque automático, no dispone de teleobjetivo y su cadencia de disparo muy inferior en comparación con las ráfagas de las cámaras actuales. Sin embargo, han conseguido pasar a formar parte de las fotografías más famosas de la fórmula 1.
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