—¡Buenos días, princesa! ¿De nuevo las pesadillas?
Revista Talentos
El verano agoniza dando los últimos coletazos y el alba conserva los rescoldos de una tórrida noche. Ella zarandea las sábanas, como queriendo ahuyentar al dragón dormido que aún reposa en sus sueños. Jorge entra en la habitación y la calma con ternura.
—¡Buenos días, princesa! ¿De nuevo las pesadillas?
—¡Buenos días, princesa! ¿De nuevo las pesadillas?