La invención de Hugo Cabret, de Brian Selznick

La invención de Hugo Cabret
de Brian Selznick
Me enamoró la película y cuando vi el libro, sabía que tenía que leerlo. Me chocó la preciosa edición y sobre todo, las trabajadas ilustraciones, tan idénticas a la estética de la película. Esta no va a ser una reseña corriente porque La invención de Hugo Cabret no es una novela corriente.
Gracias a SM por el ejemplar
Huérfano, relojero y ladrón, Hugo vive entre los muros de una ajetreada estación parisina de ferrocarriles. Si quiere sobrevivir, nadie debe saber de su existencia. Sin embargo, un día tiene un descuido y es descubierto por una excéntrica chica, amante de los libros, y por un viejo y amargado juguetero. Y ya nada será como antes. Un críptico dibujo, un valioso cuaderno de notas, una llave robada, un autómata y un mensaje oculto del difunto padre de Hugo son algunas de las claves de un intrincado misterio.
Prácticamente nunca veo la película antes de leer el libro, así que me resulta difícil reseñar el libro sin acordarme de la película. Lo bueno es que la historia es prácticamente la misma. Con un estilo sencillo, Brian Selznick nos cuenta la historia de Hugo Cabret, relojero por casualidad de una estación de trenes. Hugo resulta a todos los sentidos un personaje único y entrañable. Es la base de la historia, que es en una palabra, sorprendente.
Para quien no haya visto la película, yo creo que la mejor manera de coger este libro es sin saber prácticamente nada de la novela, porque es de esas que consigue atraparte y si el tema, en este caso el cine, te gusta, terminará por atraparte como me pasó a mí. Brian Selznick ha creado una historia inolvidable, llena de magia y autenticidad.
El estilo de Selznick es sencillo, como si te contara un cuento. La narración fluye por sí sola, de manera natural. No hay relleno, ni subtramas sin sentido. Simplemente, es la historia de un niño y el misterio del autómata que su padre intentó arreglar. La lectura es trepidante: aunque tiene más de 500 páginas, me lo leí en una tarde. El ritmo está potenciado por la gran cantidad de ilustraciones.
Precisamente, una de las mejores cosas de la novela, aparte de la historia en sí, sus ilustraciones. De hecho, 284 páginas de las 533 de que consta el libro son ilustraciones que no sólo acompañan al texto, sino que lo complementan. Son dibujos simplemente geniales, trabajadas pero sencillas, que ha realizado el mismo autor a lápiz. A través de estas, consigue que el lector visualice perfectamente los personajes y los lugares que aparecen en la novela.

Antes de terminar la reseña, tengo que mencionar la genialísima edición de SM. Es un libro de esos que no quiere tener en su biblioteca. Las páginas son algo más gruesas de lo habitual y están bordeadas por unas líneas negras muy elegantes que lo hacen único y distinto. Además, la portada es simplemente preciosa. Que por cierto, un aviso: si veis la edición con la cubierta de la película y queréis la original, no os preocupéis: está debajo de la sobrecubierta del film.
La invención de Hugo Cabret es, en definitiva, una novela fácil de leer y de ver. Una historia mágica que hará disfrutar a los más nostálgicos del celuloide, y a todos los lectores que se atrevan a disfrutar una historia única.
Historia: 
Ritmo: 
Ilustraciones: 
Opinión: