La Licencia de Obra - Ese fiel aliado

Ejemplo de licencia de obra

Sin lugar a dudas, para toda reforma, obra o incluso cambio de cristales debemos siempre disponer de una licencia de obra que autorice la ejecución de la misma ante las autoridades locales y/o pertinentes. Para la gestión de este permiso nos debemos dirigir al ayuntamiento correspondiente a la zona donde se ejecute la reforma u obra.
Muchas personas se preocupan porque el coste de la reforma u obra vaya a ser encarecido, en demasía, por las tasas correspondientes al esta licencia. Generalmente el precio de la licencia oscila entre un 2-6% del presupuesto de mano de obra, excluyendo los materiales a emplear y la gestión de esta licencia es muy simple, bastará con presentarnos en el ayuntamiento con el presupuesto del profesional o empresa encargado de la obra y reforma y rellenar la correspondiente formulario de solicitud. Hoy en día muchos profesionales y empresas se hacen cargo de esta gestión.
Es importante que mencionemos que en dependencia del tipo de licencia de obra que solicitemos, dispondremos de más o menos tiempo para para realizar todos los trabajos necesarios con las libertades que requiera ya que de cara a los vecinos y/o comunidades, estaremos autorizados a la ejecución de la obra, con sus consecuencias tales como polvo o ruido, dentro de los horarios establecidos por el ayuntamiento evitando así las tan tediosas denuncias.
Por norma general, cuando realizamos alguna obra o reforma, colocamos una copia en una funda de plástico en una zona visible, para que en el caso de que quiera ser consultada por algún vecino, presidente de comunidad o agente municipal, se encuentre a su disposición. De esta manera evitamos que la obra sea denunciada, retrasada y podamos cumplir con los plazos de entrega de terminación previamente coordinados con el cliente.