Revista Talentos

La muerte anda rondando…

Publicado el 04 abril 2012 por Mbbp

LA MUERTE ANDA RONDANDO… (I)

Así como lo hace la nueva vida, la muerte nos ronda a menudo. Aceptamos la vida, negamos la muerte y, en cambio, reunciamos a la nueva y mejor vida, aunque temamos a ratos vivirla! Pero, la muerte, como la vida, está ahí, continuamente cerca nuestro, quizás más de lo que querríamos. Oculta tras una sombra, una dolencia o a una infinitesimal parte de un segundo de distancia de nuestra vida cotidiana. Está aquí, siempre presente para recordarnos que la muerte es parte de una vida que vale la pena vivirla como es y como viene, segundo a segundo…

Porque la muerte no nos separa necesariamente de quienes queremos, sino que nos une a ellos eterna e inexorablemente, desde el Alma. Muchas veces es la propia vida nuestra la que consigue separarnos más, de los que compartimos una felicidad efímera, pero reluciente. Al fin y al cabo la muerte no es más que una distancia física permanente, pero que el corazón y el amor verdadero no entiende!

Sabes que no me da miedo la muerte. Porque ahora es Semana Santa, por la muerte reciente de un amigo o la de una madre de otros amigos, la muerte se me ha puesto de nuevo en frente, como si fuera la mía propia. Repito, no le temo a la muerte, aunque sí al sufrimiento que, a veces, conlleva. Y pienso ahora en ella, en la mía, por si fuera inminente! Pero prefiero pensar en mi vida… y siento la necesidad de hacer muchas cosas, quizás las últimas que pudiera hacer, si mi vida estuviera ya apagándose lentamente. Y quizás siento pesar por todo aquello que soñé pero no tuve el valor de hacer en mi historia y, a la vez, por todo aquello que ahora aún sueño y haría si pudiera, con urgencia…

Pero déjame tentar a la muerte, describiendo como moriría, si pudiera! Y siento que ahora me iría de aquí hasta donde nace el arcoiris o a cualquier otro sitio donde pudiera morir en los brazos de mi amada y de su amor, donde ellos se hallaran. Y la buscaría sin descanso, para avalanzarme ante sus ojos y besar sus labios y así poder vivir mi último minuto de gloria… pero entonces sí, de amor compartido, verdadero y para siempre! Y, aunque llegué a este mundo como todos llorando, entonces me iría por fin en paz, en silencio y con una suave sonrisa, embriagado por su dulce mirada. La tomaría entre mis brazos y en ese tierno abrazo le daría la mucha o poca vida que me quedara! Y le regalaría toda esa ilusión y ese amor que hoy tengo en mi corazón, aún joven y rebelde! En mi mirada vería todo eso que ahora callo por respeto y todo lo que explico solo con palabras, que es todo lo que hoy soy, siento y comparto a distancia, con ella!

La muerte es parte de la vida y, como tal, me gustaría compartirla con ella, allí donde estuviera! ¿Romeo y Julieta, tal vez? Porque, en mi vida como en mi muerte, en su corazón yacería el mío para siempre, como ya está escrito! Ya sin distancias, sin razonamientos, sin palabras vacías y sin tiempos convenientes, sino ya con todos esos sueños, lugares y tiempos, por fin nuestros para siempre! Y es que la muerte es, necesariamente, la prolongación de la vida y donde cobra todo su valor porque sin muerte no existiría, ni tendría su verdadero sentido!

Me gusta sentir la vida, aunque para ello la muerte me visite de vez en cuando! Porque eso me invita a pensar en ella y, a su vez, manifiesta lo esencial de mi vida, a mi vista! Quizás todo lo que hay en mi corzón, con la muerte se hace más evidente! ¿No será ese el sentido de la muerte, propia o ajena? ¿No nos ayuda la presencia permanente de la muerte a vivir solo lo esencial de la vida? ¿Qué nos llevamos en la muerte, sino eso que ya tenemos dentro y para siempre? ¿Viviríamos igual, si supiéramos cuando morimos o si ignoráramos la muerte, siempre imprevista? ¿No es la muerte en sí una invitación a la mejor vida? ¿Qué nos enseña la muerte, sino a vivir con amor, de una vez por todas, la mágica vida que merecemos… y así poder morir dignamente?

Continuará…

VN:R_U [1.9.10_1130]


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revista