Magazine

La necroescapada

Publicado el 10 febrero 2012 por Rubydelfino
Esta semana he estado pensando en cada mierda de viaje que he hecho en mi vida. Creo que no ha salido ni uno al revés. Aún recuerdo aquel ecuador de carrera, por Europa, en el que mi amiga Stacie (pronúnciese Estéisi) se quedó con la puerta del baño de uno de los hoteles literalmente en la mano, generando un ataque de risa en el grupo de varios minutos. Cinco minutos después estábamos llorando, pero no por el ataque de risa, sino por las cantidades ingentes de mierda que tenía dicho baño. Santo Dios. Yo creo que allí cagabas en el suelo y el dueño te daba las gracias por colaborar. Horrible.
¡Pero no era eso lo que te quería contar! ¡Es aún peor! Ayer me estaba acordando de un viajecito que hice con un proyecto de novio que tenía hace un par de años. Te pongo en situación. Llevaba viéndome unos cuantos meses con Herbert y la cosa iba poniéndose seria. Así que no se nos ocurre otra cosa que viajar a Santander a conocer a sus padres. Esa bella visita en la que el que va a ser presentado se siente tan cómodo. No te creas, yo tenía ganas de ir, por aquello de conocer a la gente y que me pusieran cara.
Metidas las maletas en el coche, salimos aquel bello viernes camino a Santander. ¡Qué ganas tenía yo de pasear por los jardines del Palacio de la Magdalena con Herbet! No sabes lo que me arrepentí después de haber tenido este pensamiento. La cuestión es que íbamos en el coche hablando de las cosas que habían ocurrido en su familia, y todas esas advertencias de mierda de "no digas nunca la palabra puta, que mi tía Clarisse (pronúnciese Clarís) ejerció una temporada y montó un criadero de bichitos en su jardín chochánico". 

La necroescapada

Mierda   >_<

Cuando ya habíamos entrado en Cantabria, suena el teléfono. Herbet pone el manos libres. Bueno, por poco me quedo sordo. Empezaron a salir sollozos decibélicos por los altavoces, de una señora que no paraba de llorar e intentar comunicarnos algo a voces. Herbert miraba anodadado hacia delante mientras yo le miraba a él y al altavoz intermitentemente con cara de embolia. Poco a poco, comencé a entender lo que la señora estaba contando. Menudo papelón. ¡Mierda! Se acababa de morir la abuela de Herbert.
Mientras Rose Mary (pronúnciese Rous Merui) acordaba con su hijo verse directamente en el tanatorio, yo me iba hundiendo poco a poco en el asiento del coche, pensando lo que se venía encima. ¡Una necroescapada! "Joder, yo quería visita cultural, con sus calles, sus museos, sus arquitecturas civiles, sus iglesias... pero coño, ¡¡Un funeral dentro de la iglesia no!!". Mi intención era ir al teatro si se daba la ocasión, pero ya me veía a mí cantando el 'Juntos como hermanos'...
El resto del camino fuimos hablando de mi desgraciada suerte, hasta que llegamos al "tana". Una vez allí... Menudo cuadro. Era como el cuadro de las Meninas, pero en Depressed Version. No sé cuantas veces dije "lo siento mucho", pero me cagué en la puta manía de algunas familias de ser más de 20. Sin embargo, hubo algo que me sorprendió. Todos ellos me respondieron "que lástima conocerte en estas corcunstancias". Pues sí, mira, razón tenían. Para colmo estaba muerto del hambre, así que pregunté a Herbert si quería un café y nos fuimos al Tana-Café. Para mi desgracia (cómo no) habían cerrado la cocina. Todo lleno de fiambres y ni un puto sandwich, no me jodas.
El resto de la tarde discurrió escuchando sollozos, recepcionando a amigos de la familia... Por otra parte, pensé "bueno oye, lo siento mucho por la abuela -obvio-. Pero mira, ya de paso conozco a toda la familia de golpe". Friky como yo solo, me teníais que ver haciendo fotos a escondidas y poniéndoles títulos, para acordarme de los nombres de todos. Sí, así escapo yo de las situaciones incómodas. Comportándome como un extra de Física o Química.
La noche fue bien. Sorprendentemente pude dormirme rápidamente, abrazado a Herbert. Al día siguiente era el funeral, y la gente seguía muy, muy triste. ¿Posibilidades de pasar tiempo a solas con Herbert? Ninguna. Aunque soy super comprensivo y lo entendía, y yo hacía cosas de la casa para echar un cable y que ellos se concentraran en pasar tiempo juntos. ¿Recordáis lo del paseo por los jardines del Palacio? ¡Pues ocurrió! Solo que los que paseamos fuimos 24 personas, camino a enterrar las cenizas frente a algún árbol. Ese no era, obviamente, el tipo de paseo al que yo me refería, ahí, al atardecer, como si fuéramos la Santa Compaña gallega.
Mira, fue un disloque de viaje. Se lo contaba a mi madre, y la cabrona de ella se descojonaba de mí. Y Mary Jo. Herbert no. Con Herbert lo dejé poco después. Me puso los cuernos con un chino. Después de aguantar semejante montón de mierda, me puso los cuernos con un chino. Pero ¿sabes lo que pasa? Que el karma es sabio. Hace poco hubo lluvias torrenciales. La tierra se corrió un poco. La urna sobresalió. Un vigilante la encontró. Se la cedió a la Policía. Multa de 12.000 euros ¡Pringao!

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog