Te busco en la senda salada,
de los mares,
en la sombra del faro,
en la espuma del viento en las velas.
Tu recuerdo dibujo en la arena,
de la playa de rotos cristales.
Te busco en la tarde perdida,
cuando el último latido de color,
en el horizonte,
se vuelve melodía.
Como perla en un cofre escondido,
tu nombre, prisionero es de mi garganta.
Al tiempo que desborda el llanto,
esta mirada triste,
de cenizas pasadas.