La Prueba

(Dirigida por Judith Vélez – Perú 2006)
Miranda: Mi papá era de aquí
Saúl: ¡Sangre Arequipeña! ¡Felicitaciones!
Miranda Manrique (Jimena Lindo) toma un avión de Lima a Arequipa. Al llegar a la Ciudad Blanca, el paisaje del Volcán Misti la recibe. Toma un taxi, hay noticias sobre sequía en el departamento. El cielo azul acompaña el recorrido del vehículo. Se instala en un hotel caracterizado por las paredes pintadas de rojo en los patios exteriores y de color blanco en los cuartos interiores. Miranda ha llegado a Arequipa con el propósito de buscar a su padre Ignacio (Gianfranco Brero), el cual desapareció de Lima hace más de diez años.
Busca a una tía que vive en el Centro de la Ciudad. Ella le proporciona datos que quizás su padre esté en un pueblo, cercano al Valle del Colca, llamado Sibaya. Va a una agencia de viajes donde le indican que los vehículos no llegan hasta ese pueblo. Sin embargo, le pasan el dato que existe un ingeniero que va y viene a una represa bien cercana a Sibaya. Miranda busca al Ingeniero Saúl Puma (Pietro Sibille) y lo convence para que le de un aventón al otro día por esas rutas que él acostumbra viajar. Al otro día bien de mañana, empiezan la salida de la ciudad de Arequipa en dirección al Valle del Colca. La carretera muestra un paisaje volcánico hacia un lado y hacia el otro montañas. En el camino encuentran una tienda donde les preparan una sopa blanca para el camino. Saúl lo come con alegría, Miranda está como con asco. Saúl le da una lección a la “limeñita” acerca de cómo la gente de allá prepara lo que puede y aún así lo comparte.
Saúl: Ya te he dicho Limeñita que aquí todos nos damos la mano.
Miranda se atreve a decirle “serrano acomplejado” a Saúl. Este la bota de la camioneta y la deja sola en medio de la carretera y con ese sol arequipeño que quema harto. Luego de un tiempo regresa Saúl, ofreciéndole un chocolate a la Limeñita Miranda. Ella no le queda otra que tragarse su orgullo y subirse al vehículo.
Ya en confianza Miranda le cuenta a Saúl, que su hermano Tomás se encuentra grave en Lima, tiene un tipo de sangre (AB-) que es muy difícil de conseguir y que su padre es el único que tiene ese tipo de sangre. Sin esa transfusión de sangre, su hermano podría morir muy pronto. Ella está desesperada. En el camino se topan con toda clase de dificultades por culpa de la sequía que azota la zona. Ya en el Valle del Colca se detienen a contemplar el paisaje impresionante que tienen ante sus ojos, los andenes que construyeron los pre-incas para su producción agrícola, los cóndores. Es momento de que Saúl se ponga a hablar de sus proyectos personales y de cómo los arequipeños trabajan unidos para lograr sus ambiciosos objetivos. Miranda le escucha con detenimiento. Al fin y al cabo, Arequipa es el mejor lugar del Perú para encontrar el sentido de ser peruano, el sentido de encontrar tu lugar en el mundo. Los mejores arequipeños son personas directas, te dicen las verdades en tu cara. Por eso será que a muchos limeños les choca esto de ellos.
Miranda se despide de Saúl al llegar a la represa. Ella debe continuar su camino hacia Sibaya. Llega finalmente a la ciudad donde encuentra a su padre pero algo inesperado está por ocurrir, una prueba final.

La película nos narra el viaje interior de una persona para entenderse a si misma, a través de la búsqueda de su padre. Elegir Arequipa para ese viaje es totalmente acertado, al menos para una persona como yo que ha viajado cuatro veces a la Ciudad Blanca y que conociendo arequipeños y escuchando sus consejos he comenzado a encontrar mi lugar en el mundo. Otro punto para destacar es que se escogen tres actores que se meten bien en la piel de sus personajes, Jimena Lindo, Pietro Sibille y Gianfranco Brero.http://observandocineperuano.blogspot.com/feeds/posts/default