Y en su búsqueda, no le quedó más remedio que inventarla.
Revista Talentos
Se recreaba tanto en sí misma que se buscaba en todas partes. Y allá donde no había espejos, se pintaba de mil posturas, con mil colores. Mas su vanidad no era otra cosa que su afán por la perfección.
Y en su búsqueda, no le quedó más remedio que inventarla.
Y en su búsqueda, no le quedó más remedio que inventarla.