La tarde se va
La tarde se desvanece con sigilo
se queda sin sol que es tan viajero
y es quien pinta de rosa el horizonte
y a unas nubes rasgadas en silencio,
que parecen algodón deshilachado.
La oscuridad se apodera de todo
con el mismo sigilo que marchó
la tarde
Unas titilantes y lejanas estrellas
reaparecen con la determinación
de perdurar en nuestros cielos
con la eternidad de nuestras vidas.
La luna vendrá como todas las noches
presta a iluminar nuestros caminos
simples hologramas de nosotros mismos.