La trampa de mejorarse

Soy esclava, mi esclava. Soy mi jefa y mi explotada. Y el propio producto a mejorar.

Yo, como alegoría del sistema mismo, siempre tengo algo que cambiar en mí, añadir, desechar y renovar. La razón de existir del producto es cambiar constantemente, y así, yo misma, si paro siento perder el tiempo, no valer, fracasar.

Con las pausas justas para recobrar fuerzas, no desfallecer, y volver. Ni si quiera mi tiempo “libre” es mío ya, porque de no llenarlo sería de nuevo perdido. Ocio. Aprender. No te quedes atrás. Todos avanzan rápido. Y sin saber ni haber reflexionado realmente sobre lo que pasaría, siento muy adentro que quedarme atrás sería lo peor que podría hacer en mi vida. Incluso mis hobbies, mis placeres, mis pasiones, se vuelven contra mí, organizándolos en mi apretada agenda de “tiempo para mí”. ¿Cuánto hace que dejó de ser para mí? ¿Para quién es, entonces?

El problema no está en las actividades en sí. ¿Desde dónde las haces? ¿Nacen desde un deseo ansioso de TENER QUE aprovechar el tiempo y mejorarte? O como decimos ahora, para más inri, TRABAJARTE. ¿O nace de un deseo orgánico, necesidad, placer real? ¿Lo haces porque si no, te sientes mal, sabiendo que no tienes ninguna obligación? Entonces, quizás no estás siendo dueña de tus decisiones.

Falta espacio de silencio para que surja esa necesidad y deseo reales. No hay espacio para ese “no hacer”, que no sea para conseguir algo a cambio. Necesito relajarme, primero, de mi propio sometimiento. De ser mi peor crítica, la más exigente.

Nos sentimos libres y privilegiadas por todo lo que está a nuestro alcance. Pero cojo el látigo “¡Qué suerte tienes, aprovecha!” ,“Podrías hacer más, tú que puedes, tienes tiempo, tienes dinero, tienes la oportunidad de saber más, aprender, conocerte, crecer.” Y en algún lugar por el camino, se perdió la libertad. Mantengo el privilegio pero ya no soy la dueña. ¿Cómo poder estar mejor y no hacerlo? “¡Sé la mejor versión de ti misma!”. Pero sin mi libertad de decisión, se pierde la esencia. Esta mentalidad deforma todo lo puro que encuentra.

“Sé libre”, sin necesidad de reflexionar sobre qué significa eso, qué quieres que signifique para ti, qué responsabilidades conlleva. Es fácil, lo dice un libro. He visto en FB que lo han conseguido.

“Sé feliz”, ignorando su polo opuesto, que le da significado.

Entiéndelo todo, entiéndelo de una vez, es muy fácil.

Libérate de tu ego, pero no dejes de mejorar. Y nunca te detengas.

Tengo nuevos lemas: “No puedes con todo”. “Deja de intentarlo”. “No es fácil, nunca en la historia del ser humano lo ha sido”. “Haz una cosa, y después la otra”. “No tienes por qué hacerlo”. “No hagas nada ahora, y no te sientas mal por ello”. “Así estás bien”. “Para, hasta que surja de ti moverte e ir hacia algún lugar”. “Mira dónde estás ahora, y disfruta observando”.

¿Tienes más?