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LaCera y Largo

Publicado el 03 junio 2016 por Falcalde87

LaCera y Largo
Vivimos en una plaza redonda plateada. Soy delgado y Largo me llaman. Desde aquí arriba lo veo todo, lo veo, lo veía. Ya no. Algo muy poderoso me ha doblado hacia el suelo de mi amiga LaCera. -Pero te quedan los recuerdos de lo que viste mientras podías–dijo LaCera-. Cuéntamelos, Largo. Cuéntamelo todo. No nos queda mucho tiempo.
LaCera y Largo
-Nuestro mundo ya lo conoces, es esta piscina gigante redonda de bordes plateados. Pero pude ver que más allá del perímetro que nos contiene hay cosas, cosas que no conozco ni sé describir. Son formas extrañas que contienen más perímetros como el nuestro y poco más.-¿Poco más?-Bueno… vi algo más. Miré hacia arriba vi algo que me gustó y que aquí dentro no existe. Era como un vacío de colores vivos, algo que parece muy agradable, tranquilo, un color hacia el que dan ganas de salir volando y atravesar las nubes del desaliento para dejarlas atrás.-Entonces ahí tienes el mensaje, querido Largo, jamás dejes que el desaliento te atrape, ¡vuela, Largo, vuela hacia tu libertad!-¡LaCera adorada, esto se mueve!LaCera y LargoEra cierto, la cinta transportadora de la fábrica se puso en marcha y todos los pequeños recipientes metálicos llenos de cera con su respectivo pábilo recostado y pintado con la cera misma fueron colocados en cajas, que serían selladas, distribuidas, vendidas, compradas.LaCera y Largo no tardaron en encontrar destino. Una casa particular de una pareja de recién casados en Qingdao, China. Ellos representaban la pasión de aquella pareja. La suerte estaba echada.Largo fue el primero en darse cuenta. Fuego. Habían prendido fuego a su cabeza. Se quejaba de dolor, pero no podía evitarlo. Cuando pasó un rato, el dolor desapareció.LaCera comenzó a sudar y a derretirse hasta quedar completamente licuada. Seguían vivos, y trataron de comunicarse como siempre.LaCera y Largo-Estás… negro, negro como un tizón, pero se te ve hermoso, brillante, das luz y yo soy tu combustible. -Te doy las gracias por ayudarme en este trance –dijo Largo.-He comprendido que para esto nacimos. Tú para brillar, yo para prolongar y dar lustre a tu esplendor. Esas criaturas gigantes nos miran, a ti te adoran.-Nacimos para suministrar luz y su magia a otros. Eso me hace feliz, y espero que a ti también.-Sí, pero me preocupa algo. ¿Qué pasará cuando mi líquido se agote y ya no quede más para prolongar tu brillo?-Mira, ¿ves? El fuego de mi cabeza se va hacia arriba en forma de humo negro. Hacia allí iremos nosotros cuando nuestro último aliento se evapore. Iremos hacia aquel lugar que antes te contaba, aquel espacio al que solo se llega volando.LaCera y LargoLaCera sonrió. Y pensó sin disimulos: “Volar. No está mal para un compuesto como yo.”Largo la miró y sonrió. Él pensaba lo mismo. Pronto formarían parte del cielo. Como todo lo que al morir exhala un último suspiro.
LaCera y LargoLaCera y Largo de Susana Villar està subjecta a una llicència de Reconeixement 4.0 Internacional de Creative Commons
  

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