Las dudas inundan mi mente

Tengo mil y un defectos. Lo sé, y siempre lo sabré. Pero, ¿de verdad hay algo tan horrible en mi? ¿Qué hace que todo el mundo me aparte de su vida? ¿Por qué nadie da la cara y me dice que es lo que hago mal?

Soy totalmente incapaz de retener amistades, y no me explico cual es el motivo, porque nadie me da explicaciones nunca. Sin embargo, todos se alejan de mi.

Estoy cansada, cansada de pasar fines de semana en casa, cansada de no tener con quien hablar, de no tener a alguien para salir a tomar un simple café. ¿Qué hay en mí que aleja a la gente? ¿Tan mala amiga soy? ¿Estaré destinada a estar sola siempre?

Es una tortura no tener respuesta a todas mis preguntas.

Lo más triste de todo es que empiezo a estar acostumbrada. Ya no recurro a nadie cuando necesito hablar. Me siento frente al ordenador, escribo con la mirada nublada lo que siento y cuando le doy a “publicar“, me seco las lagrimas y sigo con mi vida.