Mas el destino, cómplice con un cúmulo de estrellas, iluminó su camino, confiándole todas las claves que le ayudarían a subir.
Revista Talentos
Arrastrada por una marea voluntaria, fue absorbida por el fango. Supo de inmediato que había tocado fondo, abandonándose hasta quedar vacía, llegando incluso a sentirse cómoda en aquel abismo.
Mas el destino, cómplice con un cúmulo de estrellas, iluminó su camino, confiándole todas las claves que le ayudarían a subir.
Mas el destino, cómplice con un cúmulo de estrellas, iluminó su camino, confiándole todas las claves que le ayudarían a subir.