Magazine

Las Perhentian bajo el agua: Tortus vs. Medusas

Publicado el 06 julio 2013 por Bere Munch @beremunch

Las Perhentian bajo el agua: Tortus vs. Medusas

Tenemos que hacer snorkel. Si o si.

Las islas Perhentian son famosas por su mar, su vida submarina y sus opciones para hacer snorkel o diving, buceo, cursos de submarinismo y todo lo relacionado.

perhentian

Yo sabía que Mat no era muy amigo del agua, así que hubo que pasar un par de días de entrenamiento y preparación física y mental para lograr 6 horas de snorkel en mar abierto.

El programa de entrenamiento en el mar de las Perhentian consistió en rentar el equipo y nadar en “lo bajito”, unas clases de natación, respiraciones, bucitos, reforzamiento de seguridad y confianza acuática, los peces son tus amigos, y ¡estabamos listos!

Empezamos a las 11 am y terminamos a las 5 pm. Snorkelear en las islas Perhentians es de primera clase, en ningún otro lugar he visto yo tanto color y tanto bicho junto y eso incluye la Gran Barrera de Coral en Australia, y la Riviera Maya.

Para empezar a diferencia de muchos lugares “hordas de snorkeleros tocando el coral por años” resultante coral muerto y algunos peces de colores que sobreviven; en el mar de las Perhentian el coral es inmenso y está ¡todo vivo! El mejor ejemplo es el Sea Garden, donde efectivamente parece que aquello es un bosque o jardín submarino.

Luego está el Shark Point, un punto profundo donde los tiburoncillos aún jóvenes viven. Como no es mar muy profundo no hay enemigos y hay abundante comida, tibus crecen, se hacen fuertes y en unos meses se dispondrán a nadar en aguas más profundas y aterrorizar los oceános.

Los escualos aunque pequeños, imponen.

Al final te das cuenta que los tiburones están más asustados ellos de ti que tu de ellos, y cada que logras ver uno huyen a velocidad luz, termina uno correteando el tiburón… quién lo diría.

Pero lo mejor, mejor, lo más increíble fue el turtle point. Una playa de color turquesa, donde en el fondo, a escasos 3 metros, crece el sea grass; alimento de las tortugas marinas.  Tienes la oportunidad de nadar con tortugas marinas inmensas mientras pastan. Yo estuve siguiendo a una grande del tamaño de una mesa, unos 4 m cuadrados. Salía a tomar aire y podías tocarla – aunque no deberías – y estar con ella un ratito.

Verlas en su esplendor nadando tan apaciblemente, tan hermosas y perfectas fue de las mejores experiencias que he tenido. (Afortunadamente pude repetir esta experiencia unos años después en Akumal, Riviera Maya en mi tierra).

Sólo por ellas fue que olvide el increíblemente intenso hijoeputa dolor que tenia en mi pierna.

Una hora antes en el shark point, entré al agua para un segundo chapuzón, quería ver más tibus.

En cuanto entré en el agua las ví…  el mar estaba plagado.

Un ejército de tentáculos blanquecinos infinito e infranqueable.

Y no llevaba yo ni dos pataleadas cuando lo sentí.

Es como si me pusieran una plancha ardiendo en la pantorrilla, arde, quema y te inmobliiza.

Asusta y sususta.

Regresé aullando de dolor a la lanchita. Un alemán me ayudó a subir (Mat andaba snorkel parriba y pabajo a varios metros de ahí y ni se acordaba de mí).  La quemada iba desde la parte anterior de mi rodilla, dando vuelta hasta el tobillo. Era grande roja e hinchada.

Quema a muerte y no puedes hacer nada mas que esperar a llegar a tierra y que te echen vinagre. Si hubiéramos estado solos no tengo ningún problema en pedirle a Mat que compruebe la teoría aquella del hazme pipí encima, cualquier cosa para parar este dolor. Pero por el momento, no había nada que hacer.

Luego con las tortus hasta el dolor se me olvidó y estuve feliz, con los Nemos, Sras. tortugas, más tiburoncillos y todo tipo de pez de color, tamaño y forma imaginada. En cuanto me subí a la lancha el dolor comenzó de nuevo, es como si te soplaran en la herida… arde más.

El paseo estuvo bomba, salvo mi ataque, claro. Mat por un día perdió el miedo al mar y estuvo varias horas pataleando cual pececillo en la mar de las Perhentians. Cada uno con sus miedos, pero viajando no queda de otra que apretar y superar tus propias barreras, si no te pierdes de experiencias maravillosas… estaba -y estoy- muy orgullosa de él.

Los días siguientes nos dedicamos a seguir tirandos panza al sol en las Islas Perhentias, preparándonos para nuestra aventura en Borneo… luego del ataque de las sanguijuelas en Taman Negara; la selva y yo teníamos una deuda pendiente.

El artículo Las Perhentian bajo el agua: Tortus vs. Medusas apareció en Sin Destino Fijo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog