Revista Diario

Las relaciones humanas

Publicado el 01 febrero 2016 por Marianavilte
Las relaciones son sagradas porque proporcionan la más grandiosa oportunidad en la vida de crear y producir la experiencia de nuestro más elevado concepto de nosotros mismos. Las relaciones fracasan cuando las consideramos la más grandiosa oportunidad de crear y producir la experiencia de nuestro más elevado concepto de otro.Si dejamos que, en una relación con otra persona, cada uno se preocupe de Sí mismo: de lo que Uno mismo es, hace y tiene; de lo que Uno mismoquiere, pide, obtiene; de lo que Uno mismo busca, crea, experimenta... todas las relaciones servirán magníficamente a este propósito, y a quienes participen en ellas.No importa lo que el otro sea haga, tenga, diga, quiera o pida. No importa lo que el otro piense, espere o planee. Sólo importa lo que nosotros hagamos en relación con ello.La persona que más ama es la persona que está más centrada en Sí misma.Nuestraprimera relación, entonces, debe ser con nosotrosmismos. Debemos aprender primero a honrarnos, cuidarnos y amarnosa Nosotros mismos.Debemos vernos primero a Nosotros mismos como estimablespara poder ver al otro como tal. Debemos vernos primero a Nosotros mismos como bienaventurados para poder ver al otro como tal. Pero el objetivo de la relación no es tener a otra persona que nos complete, sino tener a otra persona con la que compartir nuestra completitud.Debemos honrar nuestros sentimientos, puesto que honrar nuestros sentimientos significa honrarnos a Nosotros mismos. Y debemos amar a nuestro prójimo como a Nosotrosmismos. ¿Cómo podemos aspirar a entender y honrar los sentimientos de otra persona si no podemos honrar  los que albergamos en nuestro interior?La primera pregunta en cualquier proceso de interacción con otra persona es: ¿Quién Soy, y Quién Quiero Ser, en relación con ello?A menudo no recordamos Quiénes Somos, y no sabemos Quiénes QueremosSer, hasta que probamos algunos modos de ser. He aquí por qué resulta tan importante honrar nuestros sentimientos más auténticos.Si nuestro primer sentimiento es negativo, el hecho de tener dicho sentimiento a menudo es suficiente para desecharlo. Es cuando estamoscoléricos, molestos, disgustados, furiosos, tenemosel sentimiento de querer “hacer daño”, cuando podemosrechazar estos sentimientos primarios en tanto “no forman parte de Quienes Queremos Ser”.La relación se creó como una herramienta perfecta para el trabajo del alma. He ahí por qué todas las relaciones humanas son “sagradas”. Nuestra tarea en este planeta no consiste en ver cuánto tiempo podemos mantener una relación, sino en decidir, y experimentar, Quiénes Somos Realmente.En el caso de las relaciones de pareja, debemos estar seguros de que nosotros y nuestra pareja estamos de acuerdo con ese objetivo.Si ambos estamos de acuerdo a un nivel consciente de que el objetivo de nuestra relación consiste en crear una oportunidad, no una obligación; una oportunidad de crecimiento, de autoexpresión plena, de elevar nuestras vidas a su más alto potencial, de subsanar cualquier falso pensamiento o idea que hayamos tenido de nosotros mismos, y de la unión final a través de la comunión de nuestras almas; si asumimos este compromiso, en lugar de los compromisos que hemos asumido hasta ahora, la relación se habrá iniciado con muy buen pie, habrá tenido un muy buen principio.Sin embargo, eso no garantiza el éxito.En la vida, y sobre todo en las relaciones de pareja, hay muchas situaciones en las que hay desacuerdos, e incluso otras personas “nos hacen daño”. En ese caso, tenemos dos opciones: REACCIONAR o CREAR. Generalmente cuando REACCIONAMOS, creamos drama y por supuesto más sufrimiento.Una reacción es precisamente copiar una acción que hemos realizado antes. Cuando "re-accionamos"  lo que hacemos es valorar los datos entrantes, buscar en nuestro banco de memoria la misma o casi la misma experiencia, y actuar en la misma forma que lo hicimos antes. Todo esto es trabajo de la mente, no del alma.Nuestra alma se pondría a buscar cómo crear una experiencia verdaderamente genuina de nuestro Ser en el Momento Actual. Recordemos esto: el alma crea, la mente reacciona.El alma busca intuitivamente la circunstancia y la situación perfectas que se necesitan ahora para corregir el pensamiento equivocado y otorgarnos la legítima experiencia de Quiénes Somos Realmente.Por lo tanto, en momentos de gran decisión, salgámonos del orden habitual de nuestra mente, y realicemos una búsqueda del alma.El alma entiende lo que la mente no puede concebir.El alma nos habla en sentimientos. Escuchemos nuestros sentimientos. Sigamos nuestros sentimientos. Respetemos nuestros sentimientos.Recordemos esto: La verdadera celebración es espontánea, no pasa por procesos racionales.Si escuchamos a nuestra alma sabremos lo que es "mejor" para nosotros porque lo mejor para nosotros es nuestra verdad.Cuando actuamos únicamente a partir de lo que es verdad para nosotros, aceleramos nuestro camino por la senda. Cuando creamos una experiencia basada en nuestra "verdad actual" en vez de reaccionar a una experiencia basada en una "verdad pasada", producimos un nuevo “Yo".La vida es un proceso de creación, y nosotros seguimos viviendo como si fuera un proceso de re-presentación.
Ignoremos nuestra experiencia previa y entreguémonos al momento. Seamos Nosotros Mismos Aquí y Ahora. Observemos lo que es trabajar con el ahora precisamente para volver a crearnos a Nosotros Mismos.Las relaciones humanas

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista