Lettres impostées/ cartas desde el silencio 1

Por las mejillas se deslizan y se funden con la lluvia, son esas gotas de sal que brotan y corretean por la piel entre la magia de los deseos a contraluz.

No importan los charcos ni las sombras, sino las grietas y las válvulas que el corazón observa de lejos y a través de las que escucha bajo un ritmo cardiaco pausado sólo la voz de lo que el alma le dice. Es tiempo ya de amar, de dejar las voces que por los megáfonos, los megalómanos disfrazan en un mundo vacuo de risas y farsas. Es tiempo de amar, de dejar a quienes por orgullo descuartizan la belleza ante miedos acechantes que oxidan la palabra, y que tras una coraza de cristal rota remiendan a retazos el mundo tras una máscara rota y pegada a base de mentiras.

Cálzate tus propias venas, deja que el viento se enrede en tu pelo, siendo feliz con tan solo una tromba de lluvia inesperada que nos moje las certidumbres, esa que nos pilla por sorpresa bajo la caricia de la piel de aquel que amas entre las sábanas que nos regalan amaneceres que ya no esperas, y sigue tu camino, hoy que la senda no es la de una loba herida, detente y admira la belleza en lo sencillo, y por ese pequeño atajo prosigue en tu búsqueda tu verdad si se te escapa. Que la luna seguirá llena y brillando y volverá vestida con sus mejores galas nueva y altiva como incólume testigo.

Y luego, espera el día del vuelo. Y desde aquellos tejados, la magia desplegada de ese ave que llevas dentro, que él te enseñará cómo has de volar abrazado a aquella tu estrella que ya cambió su rumbo.

Y no dejes que te rocen ni te hieran, camina, chapotea, gime, salta, baila, suspira, que no hay duelos mientras se beben las horas, y está uno vivo, no desperdicies la vida y grita, canta, respira y sigue amando, que no te maten el verbo amar en ningún pronombre para que sigas conjugándolo en cualquier persona, tiempo y modos.

Que la vida sólo son retazos recosidos de instantes ciegos de recuerdos y : "Todos esos momentos se perderán en el tiempo, cómo lágrimas en la lluvia" ... irremediablemente.

Que no hay tiempo que perder con quienes sólo saben perder el tiempo, cuando en las líneas de tu mano, me dibujas el sueño de una eternidad para que camine por ella aun perdida en mis pasos.

Y dejemos ese orgullo con sus miedos en la caja hueca del silencio, y recuerda que si me enojé alguna vez fue con la vida, porque la amé tanto que no lograba perdonarle su traición, antes de intentar perdonarme a mí misma.

Y así se cierra y cierro este instante en que te escribo, con esas ganas de amar la vida, de amarte a ti, persiguiendo juntos a ese travieso amar, que juega al escondite con nuestra existencia.

Rompamos muros, saltemos barreras, sangremos y hagamos latir la Historia.
Peguémosle un tiro al tiempo en esta ruleta rusa,
y apostemos...