Revista Literatura

¿Lo hueles o lo lees?

Publicado el 17 abril 2016 por Blancamiosi
¿Lo hueles o lo lees?El libro: ¿Lo hueles o lo lees? todavía hay personas que se resisten a usar teléfonos celulares, como doña María, una vecina; también odia las computadoras, aunque por suerte el mando a distancia del televisor lo usa de manera genial. Pero hasta cierto punto es comprensible, tiene 92 años, como le gusta aclararlo. Sin embargo hay personas que a pesar de su edad se avienen muy bien con las nuevas tecnologías, era el caso de mi Waldek que, a sus 82 años disfrutaba una enormidad leyendo noticias y datos en Internet o escribiendo correos electrónicos a sus clientes, a la casa matriz de la representación con la que trabajaba o a algunos de sus amigos que, como él, no daban la espalda a la tecnología.Por eso me asombra cuando gente relativamente joven dice que prefiere leer libros en papel por aquello del olor y el tacto. Y no lo digo por mis libros, que al fin y al cabo están en todos los formatos, sino por todo lo que se pierden al renunciar a un dispositivo tan práctico como es el lector electrónico.Acabo de terminar de leer la novela: "La princesa de Hielo" en papel. Me la prestó un amigo. Todavía siento un ligero dolor entre el dedo pulgar y el índice por tratar de retener en su lugar la página. ¡430 páginas en la versión de bolsillo, vaya! Al final las letras bailaban frente a mis ojos. Estoy acostumbrada a mi Kindle, en el que puedo graduar el tamaño de las letras.En estos días conversaba con la señora María y me dijo con pena que ya no podía leer porque cada vez veía menos. Le expliqué lo del Kindle, pero no hubo manera de que se entusiasmara. Y me consta que es una magnífica lectora. Cada libro que le prestaba me lo devolvía con una nota escrita con sus apreciaciones. En su caso es comprensible, cuando leyó "La búsqueda" contaba 88 años:
Mi muy querida y admirada Blanca:
No tienes idea del placer que me has proporcionado con la lectura de tu magnífico libro «La búsqueda» el cual al mismo tiempo me dio a conocer al maravilloso personaje que fue Henry, tu esposo.
No logro saber dónde estás tú en esa biografía; no sabía que él estuvo en el ataque a las torres de gemelas, debió ser de terror.
Me hizo gracia saber que un hombre tan serio como yo lo veía, haya tenido tantos amores, ¡era un romántico! ¿Quién lo hubiera pensado?
El relato tiene momentos desesperantes por la crueldad nazi que él vivió, asimismo me hizo reír la ocurrencia del que se pintó un termómetro en el pene. Hay pasajes sorprendentes. Tu forma de relatar, sencilla y clara al mismo tiempo me apasionó desde que comencé a leer hasta el final. Te diré que tengo costura, tejido y cosas de la casa y todo lo dejé en espera por leer, leer y leer.
Mis felicitaciones, y me siento honrada de que me hayas considerado digna de leer y entender tu magnífica prosa.
Hoy me siento orgullosa de haberlos conocido y siento no haber estado más en contacto con ustedes.
Con gran cariño te doy las gracias y te deseo continúen tus éxitos,
Tuya,
María Josefina Vegas.


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