Revista Diario

Loca

Publicado el 16 septiembre 2010 por 4nthony192
Loca Loca, estaba loca, más loca que una cabra, corría por las calles sin rumbo alguno como una agonizante gallina sin cabeza. Se dejaba caer en las esquinas como si estuviera borracha. Arañaba las paredes, hundía su cabeza entre sus piernas. Lloraba desconsolada como si se le huera muerto alguien, a ratos reía sin chistar, a carcajadas, quejándose de su euforia como si alguien la obligara a reírse haciéndole cosquillas. Luego fruncía su rostro hasta volverlo fiero y tremebundo.
Odiaba a los hombres. Malvados, perversos, asesinos. Odiaba, además, a los niños. Malcriados, sonsos, engreídos. Quería su revancha con la vida, más precisamente quería su revancha con el idiota que la abandonó a su suerte después de años de afecto y promesas de balde. Tonta, fui una tonta y qué más da. Crédula, fantasiosa, romántica. Buscaba venganza, su venganza, la que le devolvería la cordura, la sanidad, la decencia. La justica sería quien la salvaría de su demencia, la justica divina, claro está, porque los hombres son unos perros, todos y cada uno.
Pero estaba loca de remate y creía que todos los hombres se llamaban Julián. Desesperada la loca les gritaba su vida a esos indefensos transeúntes varones, quienes se alejaban o se corrían (según el caso) por miedo a ser arañados por esa muchacha enfermita que se pasea por la ciudad intentando encontrar a un tal Julián, quien, válganos el Señor, qué le habrá hecho a la pobre.
Su familia intentó recuperarla, pero ella no intentó recuperarse. Quería que su vesania le durase hasta la muerte: dulce y anhelada. La muerte, la excitación que le provocaba esa palabra. La muerte, antes maldita y asoladora, ahora le parecía una bendición apremiante, un atajo para cumplir su más anhelada meta, donde, finalmente, se encontraría con difunto esposo.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


4nthony192 1 voto ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta