Los 7 pecados capitales de una mujer

Si es que ser mujer no es fácil. Y para colmo de males, las tentaciones nos vienen de siete en siete.

Las listas siempre me han fascinado. Casi obsesionado: colores del arco iris, números, países y capitales, etc. Por eso no podían faltar los conocidos pecados capitales. Demasiado conocidos incluso. Como dijo mi viejo amigo Anónimo Nosequien Seleocurrió: “hay que ser muy creativo para cometer un pecado original”. Y la creatividad es mi otra obsesión. De hecho, la obsesión debería ser un octavo pecado capital.

¿Gula?

—Tráeme chocolate con avellanas ¡enteras!

—¿Y si no hay de avellanas enteras?

—De trocitos de avellanas.

—¿Y si no hay de trocitos de avellanas?

—De almendras.

—¿Y si no hay de almendras?

—¡De lo que pilles!

—¿Y si no hay chocolate?

—Te mato.

Pecado: el fruto prohibido del cacao.

¿Avaricia?

—Ya no puedo sacarlo a pasear, se me para justo en las esquinas de todos los comercios.

—¿Quién, tu perro?

—No, mi Visa.

Pecado: la tarjeta de crédito.

 

¿Envidia?

—Ay, qué bueno que Jessica y Kiko salen de nuevo (aunque la niña esa no le pega mucho), y que los hijos de Cayetana comiencen a aceptar a Alfonso (aunque sea más joven que ella). Aunque pobre Iker, que carilla más penosa tenía el otro día con lo de la intox…

—¿Sabes que tu hermana ha tenido un hijo?

—¿Cómo? ¿Pero estaba embarazada? Pensaba que sólo había engordado.

Pecado: el marujeo.

¿Lujuria? ¿Ira? ¿Vanidad? ¿?

—Claro que sí, cariño… ¡pero ni se te ocurra dejarme mal! Ay, vamos, ¿por qué me pones esa cara ahora?

Pecado: los cambios de humor.

 

¿Pereza?

—Anda, ¿habéis redecorado el baño?

—Qué va, si está igual que siempre.

—Lo digo por el cubo de la gotera, ya no es el verde, sino uno rojo.

Pecado: “esperaré a que lo arregle él”.

¿Vanidad? 

—Doctor, sufro vértigos. ¿Será mal de altura?

—Eso parece. Necesita baja…

—¡Pero si no trabajo!

—Digo que necesita bajar de esos tacones.

Pecado: los tacones de más de 4 cm.

 

¿Lujuria?

—Con tantos actores guapos y solidarios que hay, ¿por qué te empeñas en seguir sólo a ese?

—Porque ningún otro me da tantas (falsas) esperanzas.

Pecado: George Clooney (o sustituya por un actor guapo de su gusto).